Por Paula Albericio
Es el postre favorito del verano, y es que cuando el calor aprieta apetece un rico helado que nos refresque. Aunque para qué engañarnos, cualquier momento es bueno para comer un helado de tu sabor favorito e incluso puedes hacerlos en casa con estas fáciles recetas que te proponemos y sin necesidad de heladera.
Helado de chocolate
Ideal para los paladares más golosos y que además puedes combinar con otros sabores como la menta, el plátano, vainilla o yogurt.
Ingredientes para 4 personas: 300 ml de de nata para montar (puedes usar la vegetal de soja)/100 g de cacao en polvo (si es puro, desgrasado y sin azúcar mejor)/2 cucharadas de azúcar de caña integral/2 cucharadas de sirope de ágave o miel/un poquito de vainilla/250 ml de leche vegetal (puedes usarla de soja si lo prefieres)/2 huevos.
Elaboración: Primero mezclamos los huevos, el azúcar integral, el sirope de ágave, el cacao y la vainilla y lo batimos muy bien hasta lograr una masa bastante densa. A continuación calentamos la leche en un cazo hasta que esté a punto de hervir, la retiramos y la vamos añadiendo a nuestra mezcla mientras no paramos de batir. Cuando ya esté todo perfectamente mezclado tenemos que volver a ponerlo en el cazo y a calentar a fuego lento hasta que espese un poquito. Una vez ha espesado solamente nos queda agregarle la nata y volver a batirlo bien. Lo metes en el congelador y cada media hora lo vas moviendo para que no se cristalice y en unas 4 o 5 horitas estará listo para comer.
Helado de fresa
Aprovecha las propiedades y funciones que tienen las fresas y tómalas también en forma de rico helado.
Ingredientes para 1/2 litro de helado: 500 g. de fresas/200 ml. de nata para montar, fría/150 ml de leche condensada/Opcional: 1 cucharada de licor de cereza, mora, arándanos o vodka.
Elaboración: Lavar y secar las fresas. Quitar hojas, rabitos y partes estropeadas. Cortar las fresas en láminas finas y colocar éstas sin amontonar en una bandeja que quepa en el congelador. Otra opción es ponerlas en un táper con film plástico entre capa y capa para que no se peguen entre sí. Tapar y congelar al menos 6 horas. Montar la nata. Sacar las láminas de fresa del congelador y triturarlas junto a la leche condensada hasta conseguir una crema espesa con textura parecida al helado. Añadir la nata montada a la mezcla de fresas, en varias tandas y con movimientos envolventes para que no pierda volumen. Agregar el licor (opcional). Verter la mezcla en un recipiente hermético limpio y seco. Colocar film plástico al contacto sobre la superficie para que no se forme escarcha, colocar la tapa y meter en el congelador. Para conseguir que sea más cremoso se puede sacar a las 3 horas para volver a batirlo. Congelar de nuevo. Sacar el helado a temperatura ambiente 10 minutos antes de consumirlo.
Helado de yogurt
Es uno de los helados más fáciles de hacer en casa y además admite una amplia variedad de sabores simplemente agregando mermeladas o puré de fruta, incluso añadiendo frutos secos.
Ingredientes para 4 personas: 575 g de yogur griego azucarado, 30 g de miel suave de flores, 1 cucharadita de extracto de vainilla o semillas naturales.
Elaboración: Vertemos los yogures griegos en una jarra, sacando el exceso de suero si lo tuviesen, junto a la miel y la vainilla. Removemos con unas varillas hasta obtener una crema ligera y homogénea. Pasamos a un recipiente apto para congelador y congelamos.Para hacer este helado a mano debemos remover cada cierto tiempo la mezcla, sino simplemente verterlo en la heladora y dejar que se haga durante unos 20 minutos. Una vez listo lo tapamos con papel de horno y cerramos bien el tuper. Si utilizamos yogures griegos sin azúcar, agregaremos el doble de cantidad de miel, o sea 60 g, y si preferimos cambiar la miel por azúcar, pondremos en la mezcla 100 g para yogures azucarados y 125 g de azúcar para los griegos naturales.
Helado de plátano
Por supuesto, en las Islas Canarias no puede faltar un helado de plátano. Si quieres intensificar el sabor añade un poco de canela.
Ingredientes para dos personas: 2-4 plátanos ligeramente maduros, dependiendo del tamaño (aproximadamente, un plátano mediano por persona).
Elaboración: Elige plátanos que estén ligeramente maduros o algo blandos al tacto. Pélalos, desechando las fibras, y córtalos en rodajas de uno o dos centímetros de grosor. Colócalos en una sola capa en un plato o fuente. Congelar durante un par de horas. Si no lo vamos a preparar inmediatamente, es recomendable extraer las piezas de plátano una vez se hayan congelado, para guardarlas en una bolsa o recipiente hermético especial para congelación. Pon el plátano directamente congelado en una trituradora o procesador de alimentos. Triturar en varias tandas, removiendo bien tras cada vez, hasta conseguir una textura homogénea y cremosa. Al principio es difícil de triturar y adquiere una textura grumosa, pero pronto se convierte en un helado listo para servir.
Helado de vainilla
Es el compañero perfecto de la mayoría de postres y uno de los favoritos por su suave sabor al llegar al paladar, además es digestivo.
Ingredientes para 6 personas: 300 ml. Nata para montar (35% M.G.)/300 ml. Leche entera/1 vaina de vainilla/80 gr. azúcar/4 yemas de huevo.
Elaboración: En un cazo calentamos la leche, las semillas del interior de la vaina de vainilla y la propia vaina ya vacía, las yemas de huevo y el azúcar. Mientras se calienta la batimos sin parar para disolver el azúcar y evitar que se cuaje el huevo. Calentamos la mezcla sin que llegue a hervir en ningún momento. Cuando vemos que aparecen burbujitas en la superficie retiramos del fuego y pasamos la mezcla a un bol. Añadimos la nata y mezclamos bien hasta incorporar. Vertemos la crema del helado en un recipiente con tapa, un tupper y lo guardamos en el congelador. A partir de este momento, cada 30 o 45 minutos tenemos que retirar el helado del congelador, batirlo bien para romper los cristales de hielo que pudieran formarse y guardarlo de nuevo. Repetimos esta operación 3 o 4 veces. Para servir el helado lo retiramos del congelador 10 minutos antes para que se ablande hasta que podamos formar las bolitas.
Guarda estas recetas, porque tú y yo sabemos que para comer helado nos vale cualquier día del año.