Por Beneharo Mesa

Ilustración por Capi Cabrera

Jennifer Afonso (Icod de los Vinos, 1989) es una deportista y entrenadora canaria con diferentes reconocimientos en el mundo del fisioculturismo, entre los que destaca su primer y quinto puesto en la categoría Bikini Welness, a nivel nacional e internacional respectivamente. Afonso aboga por la práctica del deporte no solo por las cuestiones estéticas o físicas, sino también por los beneficios mentales. No en balde, ella más que nadie sabe que las cargas más pesadas no siempre son las de los hierros del gimnasio.

¿Cómo comenzó su historia con el mundo del deporte?

Empecé preparándome para unas oposiciones para la policía. Pero me di cuenta de que el deporte me podía gustar de otra manera; a raíz de ver un campeonato de Canarias de fitness, dije «quiero estar ahí». Y así fue como nació esa intriga o curiosidad y empecé a entrenar, allá por el 2018.

Antes de eso, ¿qué opinaba de este mundo?

Era un mundo que no conocía a gran profundidad, también porque no tiene gran exposición. Pero sí tenía esa perspectiva de que si ibas al gimnasio era para hacer glúteos y poco más. A día de hoy sí es un deporte que forma parte de mi vida.

¿Cómo ha sobrellevado las opiniones externas sobre su físico musculado?

Al principio dependía del día que me pillase y de la opinión en sí. Pero sobre todo las [opiniones] familiares eran las más dañinas, las que más me dolían. Es lo que peor llevé.

Imagino que su entrenamiento no solo ha sido físico, sino también mental.

Sí, mentalmente el deporte me ha cambiado. Me ha cambiado para ser más fuerte, para conocerme más a mí misma a nivel de competición, donde llevas una dieta y vas conociendo tus propias facetas: ansiedad por comer, ansiedad por lo que sea. Te conoces y llevas tu físico al límite.

También está la exposición en las redes sociales, ¿eso qué tal lo ha llevado?

Al principio sí que me preocupaba más por cómo me veían o si estoy más fuerte que otras chicas. Pero como siempre me he sentido una atleta seria, sobre todo desde el patrocinio de Reebok, llevo de forma muy seria mis redes, con pocas cosas personales. Me muestro como atleta, no quiero abrir la veda de la intimidad ni que la gente sepa mucho más.

¿Cuál ha sido el momento más duro de sus preparaciones deportivas?

El primer año de competición, porque no me apoyaba mi familia. Yo quedé campeona de Canarias y me fui sola a Gran Canaria y digamos que también lo celebré sola. Me volví para Tenerife y una semana después fui al campeonato nacional y quedé campeona de España. Sola también. Ha sido el mayor logro, la mayor victoria, pero sola. Las amistades y demás me daban un poco igual. Yo lo que quería era que estuviese mi familia. Pero en la actualidad me apoyan y ha cambiado todo para bien.

¿Cuál es su motivación para seguir entrenando?

Si te digo la verdad, ya no concibo mi vida sin hacerlo. No es que no me haga falta la motivación, sino que es mi estilo de vida. Es como un hábito: voy, como, entreno, cojo a mis clientes…

Se acerca el verano; ¿qué consejos daría para alguien que quiere ponerse en forma o comenzar hábitos más saludables?

Creo que es algo que tiene nacer de ti, sin que sea forzado. Esto es una carrera a largo plazo, no es solo «me quiero ver cuqui para el verano» y lo hago durante un mes y luego me olvido. Tiene que ser por salud y por verte mejor también, que eso es una motivación, pero como digo es a largo plazo; pero, ante todo, que lo hagan por salud. Por el bienestar tanto físico como mental. Y esto lo comento porque lo veo en mis clientas: muchas veces es más salud mental que física.

¿Cómo ha sido su proceso de aprendizaje como mentora en el fitness?

Comencé antes de la cuarentena, a comienzos de 2020, y de forma gratuita, sobre todo porque dudaba de mí y de mis conocimientos, a pesar de que ya estaba formada. Posteriormente comencé a tener clientes en el sur de la Isla, y desde entonces hasta la actualidad. La verdad es que es muy gratificante cuando te agradecen por el cambio que les has ayudado a hacer. Y muchos me dicen que no solo ha sido físico, sino también mental. Sobre todo en el sentido de verte más segura de ti misma, en especial las mujeres.

En el caso de ustedes tiene que ser peor.

Sí, pero afortunadamente todo eso ha ido cambiando poco a poco. También depende de la persona.

Usted fue campeona de España y quinta del mundo en la categoría Bikini Welness. ¿De qué reconocimiento se siente más orgullosa?

A las pruebas que fui sola. Jamás pensé que iría sola a ningún sitio, pero fui y encima gané. Eso me lo llevo en mi corazón por siempre. Donde no tuve apoyo ni nada es donde mejor me ha ido. Al recordarlo se me ponen los pelos de punta.

¿Cambió su mentalidad a raíz de eso?

Sí, hizo que no tenga miedo a ir a otros países o ir y competir sola. Antes no hubiera hecho eso en mi vida. Pero una vez que lo he hecho y además logro unos méritos tan buenos en mi primer año de competición…, ahí es donde yo me dije, no solo a nivel deportivo sino en todos los ámbitos, «si me tengo que ir a Francia y me apetece irme, me voy. Sola». En el fondo algo tan negativo me vino superbién.

¿Cuáles son sus objetivos a corto y largo plazo?

Tengo proyectos que tienen que ver con este mundo y con mis clientes pero que prefiero no comentar hasta que estén materializados.

¿Cuáles son sus ejercicios favoritos?

Más que ejercicios en concreto, me decanto por rutina: glúteos, piernas y hombros son mi elección.