Por Beneharo Mesa

Ilustración por Capi Cabrera

Maite Cazorla, natural de Las Palmas de Gran Canaria, comenzó a jugar al baloncesto con el equipo de su escuela antes de unirse al sistema juvenil del CB Islas Canarias. Con catorce años dejó el Archipiélago y se trasladó a Barcelona para continuar su desarrollo en los equipos juveniles del Segle XXI. Posteriormente debutaría en la WNBA (Women’s National Basketball Association), en junio de 2019. Con 1,78 metros de estatura, ocupa la posición de base, y actualmente es una de las jugadoras de baloncesto del Perfumerías Avenida de la Liga Endesa, equipo con el que conquistó la Copa de la Reina en 2020. También es jugadora de la selección española de baloncesto femenino, pues fue seleccionada con la vigesimotercera selección general en el draft de la WNBA.

¿Cómo comenzó su historia con el baloncesto? Imagino que el camino de sus hermanos fue un detonante…

Sí, como has dicho, tengo tres hermanos y dos de ellos jugaron al baloncesto profesionalmente. El deporte en mi familia siempre ha estado muy presente y creo que el estar con ellos y verlos jugar es algo que me hizo tener siempre un balón en la mano. A partir de los seis o siete años ya fue cuando en mi colegio empecé a jugar y así ha sido hasta el día de hoy.

¿Cómo fue cuando empezó en el basket? ¿Tenía algún plan b si no salía bien?

Mi entorno siempre me ha apoyado en todas las decisiones que he tomado, sobre todo desde su experiencia y lo que ellos han vivido. Es verdad que yo al principio, y también en los últimos años, jugaba a esto como afición, porque me encantaba. No tenía pensado desde el principio dedicarme a esto. Hasta que llegó el momento en que me fui de casa a los catorce años y fue al irme después a Estados Unidos cuando me di cuenta de que quería dedicarme al baloncesto. Mi familia ya había visto que me gustaba el deporte y que quería seguir. También me apoyaron en tener una carrera reglada, porque este deporte es maravilloso y te puede durar, pero hay que tener un plan b siempre. Y más, por desgracia, siendo una mujer.

¿Qué tal ha ido la pretemporada?

La temporada ha ido bien, ayudamos a las nuevas en la filosofía del equipo y el trabajo. La pretemporada al final es volver a ponerte en forma física y de momento todo ha ido muy bien. Muy contenta e impaciente por jugar. A partir de ahí, en cuanto al equipo, intentar ser nuestra mejor versión para ganar títulos. Todos los que nos dedicamos al deporte queremos ganarlo todo o intentarlo, aunque a veces sea muy complicado. Creo que la clave está en seguir mejorando, creciendo y sumando experiencias para llegar a lo más alto y ser la mejor versión de mí misma.

¿Qué aspectos cree que ha mejorado en los últimos años de su juego y cuáles le gustaría seguir mejorando?

Uf… [ríe]. A ver…, creo que he mejorado el ser un poco más agresiva en cuanto a mi juego, creo que es algo que beneficia al equipo no solo para anotar yo, sino para encontrar a las otras compañeras. Creo que también he mejorado bastante el aspecto mental. Diría que en todo deporte es algo superimportante. Y sigo trabajando en ello. Sobre todo el hecho de permitirme los errores. En este deporte se cometen muchos y es algo normal. Hay que aprender de ello y seguir adelante. Y en cuanto a otras cosas, hay que mejorar también. Por ejemplo, creo que tengo buena visión de juego, pero debo ser mejor en la toma de decisiones… Son muchas cosas [ríe].

Entiendo que lo de permitirse los errores lo comenta por su autoexigencia, ¿no?

Exactamente. Yo sobre todo. Mi entorno también lo es, pero yo lo soy aún más, aunque ellos me hacen ver las dos caras: lo bueno y lo malo. Pero es verdad que yo soy un poco perfeccionista en ese sentido. No quiero cometer errores y quiero hacerlo todo bien. Y eso es algo imposible. Por eso digo que estoy trabajando en el permitirme no enfocarme tanto en los errores.

En un corto período de tiempo estuvo en una final four con Atlanta Dreams, luego la llamó la selección femenina y hasta Kobe Bryant la puso como ejemplo en un reportaje. ¿Cómo gestionó aquello?

Creo que al final, como me pasaron tantas cosas tan rápido, no me dio ni tiempo a asimilarlo. Era una tras otra y había que seguir adelante y vivir el momento. También está el tener un entorno que ayuda y te diga las cosas como son, porque de la misma manera que puedes estar arriba un día, al otro puedes estar abajo. Al final es trabajar, valorar los logros y seguir haciendo lo mismo.

Ha jugado en España y en Estados Unidos. ¿Cómo es de diferente?

En el deporte en sí, creo que allí se trabaja más el aspecto físico, mientras que aquí se trabaja más tácticamente. Eso en cuanto al baloncesto, pero es verdad que cuando estuve allí en la universidad, a cualquier deporte, tanto femenino como masculino, se le daba la misma igualdad, toda la gente lo apoyaba, y las instalaciones y estructuras… En eso nos pasan por encima. Ojalá se pueda aprender de ello; creo que hay darle más visibilidad al deporte en España.

En enero tomó la decisión de seguir en España en lugar de volver a Estados Unidos. ¿Qué la llevó a ello?

A ver…, es que en el masculino no es igual que en el femenino, en el sentido de que en Estados Unidos juegas durante el verano, desde mayo a octubre, más o menos. Luego las jugadoras lo que hacen normalmente es ir a Europa. Al final juegas dos competiciones, pero durante todo el año. No paras. Entonces yo, al haber estado mucho tiempo sin parar, sobre todo el verano pasado, en el que tuve selección, olimpiadas, europeo…, fue todo seguido y no descansé. Y al empatar este año para jugar en España decidí que tenía que descansar. Luego también tuvimos mala suerte con la selección porque no nos clasificamos para el mundial, pero dentro de lo malo yo pensaba que mentalmente necesitaba un descanso. Y de hecho este verano me ha venido muy bien para desconectar, descansar y viajar. Todo ello para recargar las pilas y estar lista para lo que viene ahora.

¿Cuáles son sus referentes deportivos?

Fuera del baloncesto, Rafa Nadal. Me parece que, ya no solo como deportista, sino lo que transmite fuera de la pista, lo que hace y cómo inspira a los demás. Dentro del baloncesto siempre he admirado a Laia Palau y Silvia Domínguez; de hecho, he podido coincidir con las dos en la selección y en mi equipo con Silvia. Y ya no solo por cómo son a nivel de deporte, sino por cómo se preocupan y por las líderes que son. Para mí eso es superimportante.

¿Algún sitio de las Islas que recomendaría?

Al no haber parado en mucho tiempo, no he visto todas las Islas. Pero este verano, por ejemplo, estuve en La Gomera y me encantó. Me llevaron a una piscina natural, en Hermigua, y me pareció superbonito, porque ver La Gomera por primera vez y el estar allí y desconectar me encantó.