Tetxo: Francisco Javier Torres del Castillo
El crecimiento de la inteligencia artificial (IA) es imparable, también lo son los centros de datos en la nube, y esta nueva era está provocando un incremento sin precedentes en la demanda de energía. Los servidores que impulsan estos sistemas requieren enormes cantidades de electricidad, tanto para su funcionamiento como para su refrigeración. Ante este nuevo reto, la tecnología se esfuerza en encontrar soluciones innovadoras, y una de las más prometedoras es la energía nuclear en un formato más compacto: los reactores nucleares modulares pequeños (SMR, por sus siglas en inglés).
¿Qué son los reactores nucleares modulares (Small Modular Reactors)?
Los SMR son reactores de menor tamaño que los tradicionales, con una capacidad de hasta trescientos megavatios (MW). Su diseño modular permite fabricarlos en serie y transportarlos a su destino, reduciendo costes y tiempos de construcción. Además, incorporan avanzados sistemas de seguridad, lo que los convierte en una alternativa más flexible y eficiente para la generación de energía, en especial para hacer frente a esa nueva crisis energética que se vislumbra.
Los gigantes tecnológicos han identificado esa necesidad de nuevas fuentes de energía para sus centros de datos. Google, por ejemplo, ha comenzado a explorar la posibilidad de alimentar sus operaciones de IA con SMR. Y es que estos pequeños reactores pueden ofrecer un suministro constante y limpio, sin depender de las condiciones climáticas como la solar o la eólica.
Un inconveniente es que el desarrollo de los SMR aún no está completamente implementado, pues se espera que comiencen a operar a gran escala hacia 2030, lo que los sitúa como una solución a medio plazo para la creciente demanda energética de la tecnología.
La pregunta que podríamos plantearnos sería ¿son viables en regiones como Canarias?
Objetivamente, en territorios insulares como Canarias, donde el acceso a fuentes de energía es limitado y el coste de la electricidad es elevado, los SMR podrían ser una opción interesante. No solo podrían alimentar la red eléctrica con energía estable y libre de emisiones de carbono, sino que también podrían ser utilizados para desalinizar agua, una necesidad clave en nuestro archipiélago.
No obstante, la introducción de la energía nuclear en nuestro país, y especialmente en zonas turísticas como Canarias –recuerden la crisis de las perforaciones petrolíferas–, requeriría un amplio debate sobre su impacto ambiental, social y económico.
Sin embargo, el futuro de la energía pasa por la energía nuclear y en especial por la de bolsillo. Si bien los SMR no son una solución inmediata, sí representan una alternativa viable para afrontar la creciente demanda energética impulsada por la revolución digital. Su éxito dependerá de la aceptación social, la viabilidad económica y la rapidez con la que se logre su despliegue.
¿Estamos ante el renacimiento de la energía nuclear? La respuesta aún no está clara, pero lo que sí es seguro es que la inteligencia artificial y la computación en la nube nos están llevando hacia un futuro en el que cada kilovatio cuenta.