Texto: Juan Manuel Pardellas
Foto: Roberto Garver
Millones de personas siguen cada noche al líder de los informativos de la televisión en España. Sus opiniones pesan. Posee casi todos los premios del periodismo en este país y es un gran viajero y un amante de Canarias. Tanto que posee una casa en las Islas donde desea retirarse. Vicente Vallés nos recibe en la sala de reuniones de Atresmedia, donde se cocerán los titulares que esa noche contará a su audiencia.
Recordando la famosa canción de Burning, ¿qué hace un chico como usted en un lugar como Abades?
Poquito antes de que naciera nuestro hijo más pequeño, hace doce años, pasamos una primera Navidad en Gran Canaria y lo pasamos tan bien que decidimos que teníamos que buscar un sitio en Canarias para poder tener un lugar al que ir habitualmente. Y lo encontramos allí, en Abades. Vamos cuando podemos, que es menos de lo que nos gustaría. Nos ha hecho tan felices estar allí en Canarias que ya conocemos todas las islas. Las ocho, incluida La Graciosa.
¿Qué le aporta a un lugar como Canarias?
Para empezar, calma y otro ritmo de vida que nada tiene que ver con el que llevamos aquí en el día a día. Por otro lado, claro, nos encanta el buen tiempo, de manera que esto de meterte en el avión en Madrid con el abrigo puesto y bajarte del avión en cualquiera de las islas con las cholas, como decís vosotros, pues es una maravilla. Y también pensando en el día después de acabar el trabajo, la jubilación y la posibilidad de pasar largas temporadas en Canarias.
¿Qué le gusta hacer cuando es un turista más?
Tenemos la costumbre de intentar hacer dos viajes fuera de España al año, si podemos. Uno lógicamente en verano, que es cuando tenemos las vacaciones un poco más largas. Y otro en Navidad. Más allá de Canarias, que siempre es el destino para el que reservamos unos días. La escapada navideña la buscamos en Alemania, en Bélgica, en Holanda, en Suiza, para poder pasar unos días. Y luego en verano sí que nos gusta hacer algún viaje un poco más largo a un lugar más lejano que no conozcam
¿Qué le pide al destino, a ese lugar? ¿Que sea exótico?, ¿que tenga gente interesante, paisajes?, ¿que no haya wifi?
No, no, no. A mí me gusta que haya wifi en todos los sitios (risas) y me gustan lugares civilizados en los que, más allá de que tú puedas estar más relajado, no significa que pierdas todo el contacto con el mundo. A mí me encanta leer los periódicos por la mañana. Sobre todo, me encanta leerlos cuando no tengo que trabajar porque los disfruto más, los leo tranquilamente y puedo leer cosas que a lo mejor en el resto del año no puedes, otro tipo de reportajes que nada tienen que ver con la noticia del día. Y eso me gusta hacerlo, sobre todo cuando estoy de vacaciones. Cada año, para las vacaciones de verano, a partir de esta época del año –enero, febrero o marzo– empezamos ya a pensar opciones a ver qué opina cada uno de la familia.
¿Qué no falta nunca en su maleta o en su mochila?
Normalmente, por eso de no perder la conexión por completo, siempre suelo llevar el iPad para leer los periódicos. Me descargo los periódicos todos los días, aunque solo sea para echar un vistazo muy rápido.
Entiendo que se lleva el iPad, pero le puedo preguntar ¿cuándo se desconecta?
Para mí, la desconexión es no tener la obligación de pensar todo el día en cómo voy a contar las noticias en el informativo. Esa es la desconexión, que es un ejercicio intelectual complejo y que requiere de esfuerzo. Igual pasa los fines de semana. Levantarme el sábado por la mañana, echar un vistazo tranquilo a los periódicos sin tener que pensar cómo voy a contar las cosas… Eso supone un descanso. Y esa es mi desconexión favorita. Yo sí quiero enterarme de lo que está pasando, por pura curiosidad intelectual. Pero es muy diferente.
Usted dice proceder de orígenes muy humildes. ¿Echa de menos algún objeto como Rosebud?
Compararme con Ciudadano Kane es compararme con alguien que llegó a tener muchísimo dinero. No es mi caso. Ni sus poderes son los que tenemos nosotros. Ni siquiera aspiro a ello, ni de lejos. El sitio al que siempre vuelvo… Yo creo que al final es la compañía de tus mayores y es lo que te sitúa en el lugar al que perteneces realmente. Más allá de que luego tu vida haya evolucionado de una manera o de otra, que hayas alcanzado algunos propósitos profesionales que te planteaste cuando eras muy joven o no, lo que sea. Pero más allá de las cosas a las que has llegado, las cosas que has llegado a hacer o que hayas llegado a tener, realmente tú perteneces a un sitio y yo cuando estoy con mis padres, por ejemplo, sé que estoy en mi sitio. Ese es el lugar al que pertenezco. Mi mundo es cuando estoy en donde yo sé que están mis raíces.
La inevitable pregunta sobre Trump me lleva a plantearle ¿qué explica este poder que tiene ahora?
Ha conseguido una victoria incontestable. Ha ganado la Casa Blanca, la Cámara de representantes, el Senado, tiene el control de la Corte Suprema, controla indirectamente las grandes plataformas de comunicación, que son las redes sociales, cuyos magnates están a sus pies… Hoy, este es el hombre más poderoso del mundo, sin duda. Llega con la experiencia de un mandato anterior y el mundo va a tener que acostumbrarse a esto cuatro años, si no más. Ahora, esos partidos extremistas en el resto de los países van a tener a alguien con mucho poder que les va a ayudar.
Si veo su informativo y a su competidor puedo volverme loco porque no sabría en qué país estoy viviendo. ¿A qué nos llevará esta polarización?
Lo que usted llama polarización yo lo llamo democracia. Los países en los que los medios informan lo mismo de la misma manera son autocracias. En Cuba, los pocos medios que hay informan de la misma manera. Igual en Rusia. Donde hay democracia, los diferentes medios de comunicación dan su punto de vista sobre la realidad. Eso es diversidad democrática. Polarización es que se extremen posiciones de una manera cada vez más virulenta –verbal, por suerte aún no física–. Ahí veo un peligro de que lo que empieza en las élites políticas acabe trasladándose a la sociedad. Contrariamente a las críticas a los medios por informar de forma muy distinta sobre un mismo hecho, nos tenemos que vanagloriar de vivir en un país donde pueda ser así. Es la fuente de la democracia.