Hay muchas zonas en las que resulta imposible verlo o días en que las nubes lo impiden, pero, si se está en Tenerife, cuesta evitar la tentación de mirar hacia arriba para contemplar el Teide. La montaña más alta de España marca a una isla que, aunque es la mayor de Canarias, se puede recorrer en gran parte en dos días. Si se llega al aeropuerto de Los Rodeos, recomendamos seguir hacia el norte y detenernos en La Orotava para desayunar y conocer uno de los cascos históricos isleños más relevantes. Bajaremos hacia la ciudad casi inventora del turismo de masas en el país, Puerto de la Cruz, y seguiremos hacia Icod y su Drago Milenario. Llegaremos a la Isla Baja y nos extasiaremos con uno de los pueblos más bellos de España, Garachico, donde disfrutar del mar en las famosas piscinas naturales, subiendo luego desde Buenavista al caserío de Masca para almorzar.
Desde aquí, ascenderemos hacia el casco de Santiago del Teide y bajaremos a los espectaculares acantilados de Los Gigantes y la coqueta playa de La Arena, en Puerto de Santiago, donde volver a bañarnos. Seguiremos junto al litoral por Alcalá y Playa San Juan (Guía de Isora) antes de llegar a la principal zona turística de la Isla: Playa de las Américas y Los Cristianos (Adeje y Arona), donde haremos noche. Al día siguiente, recomendamos dirigirnos a El Médano (Granadilla) para disfrutar de una meca del surf y desayunar, subiendo luego a Vilaflor, una de las localidades de España a mayor altitud, camino del Parque del Teide, donde pasaremos buena parte de la mañana y almorzaremos.
Para rematar, aconsejamos continuar desde este lugar increíble hacia La Esperanza (El Rosario), a través de la dorsal y la corona forestal, para llegar a la ciudad universitaria de La Laguna y comprender por qué es Patrimonio de la Humanidad. Cerraremos el viaje en la capital, Santa Cruz, pero sin olvidar nunca mirar hacia arriba para disfrutar del Teide, y hacia el plato para degustar recetas típicas, como los chicharros o las cabrillas fritas, las viejas y las papas arrugadas con mojo picón, el escaldón o el conejo en salmorejo.