Texto por Amanda Hernández

Fotografías por Beneharo Mesa

Florencia es uno de esos lugares que tienes que visitar alguna vez en la vida. El arte, la arquitectura y la historia abundan en cada rincón de la ciudad renacentista que vio nacer a Leonardo Da Vinci. Entre la multitud de actividades culturales que podemos hacer, como visitar museos, galerías y contemplar las bellas construcciones de la época del Renacimiento, no te puedes perder Piazza del Duomo, Santa María de Novella y el imponente Palazzo Vecchio.

A escasa distancia de la Piazza del Duomo se encuentra Santa María Novella, una joya arquitectónica de Florencia y que, si te mueves en el tranvía, será lo primero que contemples si quieres llegar al Duomo, pues justo entre la última parada y la estación de tren de la ciudad se alza esta iglesia gótica, con una exquisita fachada de mármol blanco y verde, con frescos renacentistas y un elegante campanario.

La piazza en la que se encuentra la catedral de Santa María del Fiore es el corazón de Florencia, un punto de referencia y espacio público rodeado por tres maravillosos monumentos: el Duomo, el Campanile de Giotto y el Battistero di San Giovanni. La catedral, como el Duomo, se expone majestuosamente con su icónica cúpula, diseñada por el arquitecto, escultor y orfebre renacentista Brunelleschi.

Justo al lado del Duomo, el Campanile de Giotto o campanario de Giotto invita al turista a subir sus escalones y disfrutar de una vista panorámica de la ciudad. Esta torre, bellamente decorada, es una obra muy llamativa del arte gótico y ofrece una perspectiva única de los techos rojizos de Florencia y las colinas que la rodean. Desde su punto más alto podrás admirar la grandeza del Duomo y la belleza de la piazza, donde el ambiente animado es palpable entre quienes degustan un café o, si estamos verano, un buen helado, pues las heladerías italianas no gozan en balde de prestigio.

Dejamos atrás el Duomo y nos dirigimos hacia el Palazzo Vecchio, un impresionante palacio que sirvió como sede del gobierno de la República Florentina. Este imponente edificio de piedra es una muestra más de la riqueza y el poder que Florencia ostentaba durante el Renacimiento.

No obstante, antes de acceder a él tenemos para deleitarnos la vista con la Piazza della Signoria, que cuenta con algunas réplicas de las esculturas más famosas y representativas de Florencia como es el David de Michelangelo; el original se encuentra en la Galería de la Academia. Otra escultura llamativa de la plaza se la debemos a Bartolomeo Ammannati, quien erigió la fuente de Neptuno, con el dios romano junto a otras criaturas mitológicas a su alrededor.

Desde la Torre de Arnolfo, ubicada en el Palazzo Vecchio, podrás disfrutar de una vista panorámica incomparable de la ciudad, contemplar las torres medievales y los paisajes toscanos, así como la catedral de Santa María del Fiore desde la distancia. Asimismo, el palacio cuenta con el Museo de la Ciudad, donde podrás admirar obras de arte y objetos históricos de Florencia.

Ir a Florencia es hacer un viaje hacia el pasado a la Italia renacentista. La grandeza de la catedral de Santa María del Fiore, la majestuosidad del Palazzo Vecchio y el encanto de Santa María Novella se entrelazan para crear una experiencia inolvidable que cualquier turista debe conocer y que hará que te enamores de su historia y su patrimonio.