Por Beneharo Mesa
Ilustración por Capi Cabrera
Agoney Hernández (Adeje, 1995) es uno de los cantantes y compositores canarios de la última década que han ido haciéndose un hueco en la escena musical. Se dio a conocer a través del programa Operación Triunfo (OT) y posteriormente fue sacando varios sencillos hasta sacar su primer álbum: Libertad. En la actualidad participa en el espacio Tu cara me suena y prosigue componiendo y creando música.
¿Cómo comenzó su vinculo con la música?
Comenzó desde bien chiquitito. Con seis años empecé a tocar la trompeta, podría decirse que ahí empezó mi camino con la música. Luego, por error, comencé a cantar a los catorce años y bendito error, que me ha llevado hasta aquí. La verdad es que no te voy a decir que ha sido fácil, pues este camino es complicado, duro, y es un trabajo que nunca se va a acabar. Recuerdo que cuando era pequeño, con quince años, me preguntaban «y hasta cuándo vas a tener que estudiar canto». Yo no lo sabía y actualmente lo sigo estudiando, por supuesto. Y ahora ya sé que es algo que nunca se va a dejar de estudiar.
Ha participado en programas como OT y ahora Tu cara me suena. ¿Qué le han aportado estas experiencias?
Estoy hecho de todas las experiencias que he vivido a lo largo de mi vida. Desde que empecé en la banda de mi pueblo tocando la trompeta, pasando por el conservatorio, las academias de canto por las que he estado en todo el país y los trabajos que hice antes de OT, que fueron en varios hoteles de Tenerife, en discotecas haciendo mucha música electrónica, mis primeros pasos componiendo y produciendo música…; y luego llegó OT. Y tras eso fue mi carrera discográfica y ahora también está mi experiencia en Tu cara me suena. He aprendido absolutamente de todo porque para lo que estoy haciendo en ese programa echo mano a todo lo que he hecho en mi vida: mi tiempo en los hoteles, conservatorios…, de todo. Y para componer, igual. Gracias a todo lo que he hecho soy lo que soy hoy en día.
Usted fue sacando varios sencillos y acabó creando su disco Libertad, que además vio la luz en pandemia. ¿Cómo fue eso?
Sí, realmente el disco se concibió antes de la pandemia. Fue un proceso muy largo porque cada canción está compuesta en el momento en el que ocurría cada cosa. Si escuchas lo que cuento en Edén te darás cuenta de que la compuse justo en el momento en el que me rompen el corazón. Y lo mismo sucede con otras canciones. Creo que esa es la magia de ese disco, no es un disco impuesto ni creado desde una idea premeditada, sino lo que sentía y quería contar. Y hasta que no concebí que el disco ya estaba completado, no lo quise publicar. Y luego, cuando lo quise publicar, llegó una pandemia [risas]. Pero, bueno, eso también hizo que pudiéramos perfeccionar la parte más visual del disco, el libreto, que está superbién hecho por Joaquín.
¿Hasta qué punto se implica en todo el proceso integral y creativo de sus obras?
Pues en los videoclips estoy cien por cien metido, hasta el punto de que, por ejemplo, el videoclip de Edén está dirigido y editado por mí.
Caramba…
Sí [risas]. De hecho, hay otro videoclip, que para mí es muy especial, que es Black, que tardamos mucho en grabarlo porque era una idea muy concreta que se me ocurrió. Hice un boceto con todos los planos que quería. Luego lo que pasó es que había gente no entendía bien lo que quería. Hasta que apareció Frankie, un productor maravilloso que entendió mi idea y pudimos empezar a trabajarla. Pero fue una idea muy complicada de ejecutar. También soy un artista que no tiene el apoyo de grandes artistas internacionales. Entonces, para bien o para mal, me ha tocado currar a ese nivel de editar mis propios videoclips. Aunque eso también es mágico, porque el resultado es que mi huella esté más allá de la música. También es algo que me pasa en los conciertos, donde tengo una idea clara de cómo quiero que esté el sonido o la luz exactamente en una parte de la canción.
¿Cómo ve la música en la actualidad y como elemento reivindicativo?
Para mí el arte es un vehículo maravilloso para transmitir ideas, emociones y todo lo que las personas seamos capaces de sentir. Yo lo he hecho. En música he hablado del amor, del desamor, de la sociedad, de las injusticias, y lo seguiré haciendo. Para mí es fundamental que el artista tome una posición política o se posicione en todo en lo que podamos vivir y sentir. Es fundamental que el artista se moje y apueste por ello, y reivindique también.
Claro, en la vida todo es político.
Exacto. Hay personas que dicen: «Yo soy apolítico». Pues yo no me lo creo.
¿Qué puede contarnos de sus próximos proyectos?
Pues ahora estoy a tope con las grabaciones de Tu cara me suena y a la vez estoy creando mucha música. Y creando un proyecto muy bonito en el que estoy trabajando mucho. Como sabes, soy una persona que trabaja todo al detalle, pero espero que pronto vea la luz, el próximo año seguro. Tengo muchas ganas de sacar mucha música. Me apetece mogollón ir de gira y estar en contacto con el público. Me apetece mucho y sobre todo después de esta pandemia apetece reencontrarse.
¿Se ha planteado alguna vez estar en otras disciplinas artísticas?
Pues me gustaría hacer cine. Es algo que me encantaría; de hecho, me dieron la oportunidad hace un añito, en la película El Cover, que dirigía Secun de la Rosa. En un principio solo iba a grabar la canción, pero me dieron la oportunidad de estar y grabar personalmente y me encantó tanto que me gustaría participar en una película o una serie, algo audiovisual.