Por Enrique Areilza

Ilustración por Ilustre Mario

Puede que ya estés sin trabajo, puede que lo estés en poco tiempo; lo que es seguro es que casi todos estamos en peligro. A finales de abril el paro teórico de España era del 16 %, muy probablemente el real se acercase al 19 %. El COVID ha generado su propio tsunami y además dejará fuerte resaca. Y, como si todo esto fuera poco, ha acelerado la revolución digital, que también agita el panorama laboral. Hemos estudiado fuentes solventes y recopilado algunas medidas de auxilio.

Salvo que el maná de los fondos europeos, junto con el ahorro privado acumulado, traiga la calma, el futuro nos depara fuerte marejada. Pero no parece esperable un gran efecto de los fondos sobre el empleo al estar estos destinados a megaproyectos de alta I+D+I y poca mano de obra.

En cuanto a los ahorros acumulados, parece ser que el consenso de analistas apunta a que la fiesta de los locos años veinte solo la bailarán estadounidenses e ingleses, lo que nos podría venir bien si deciden festejar en Canarias (y nosotros estamos vacunados para entonces). Pero en Europa me parece que habrá poco baile. Sobre todo, los del norte, que el baile lo dejan solo para cuando van a Mallorca. Eso sí, entonces la lían parda.

Vienen tres olas gigantes de destrucción de empleo (por seguir con el argot náutico y covidiático). La primera ola es la destrucción consecuencia del COVID; esta ola tiene su propia serie asociada que llegará más tarde. La segunda ola será cuando finalicen los ERTE y se requiera la devolución de préstamos ICO. La tercera ola tiene que ver con la digitalización, que siempre tratan de vendernos como un resultado de empleo neto positivo, aunque nadie tenga, en realidad, ni idea de si esta vez será como en la Revolución industrial. Apuesto a que no, auguro que tras esta el empleo será un bien (o un mal) escaso. Esta ola se diferencia por ser inversa a la primera: en lugar de decrecer, crece. La digitalización se ha acelerado y mucho con la pandemia. Dato de la OCDE: «España perderá el 22 % de su empleo por digitalización».

Bueno, ya hemos terminado con las olas, menos mal. Empecemos con los salvavidas. Sobre el papel es sencillo; en la práctica es difícil, costoso, largo y duro. Pero es lo que hay.

Consejo 1: análisis de riesgos. Estudia y analiza el riesgo en tu sector, en tu área funcional y en tu caso concreto. Todos vamos a morir, la diferencia es saber cuándo y poder retrasarlo o al menos disfrutar al máximo lo que dure. Como muestra un botón: McKinsey en su informe «Harnessing Automation for a future that Works» predice que la automatización en los sectores de alimentación y alojamiento destruirá el 62 % de los puestos actuales.

Consejo 2: evaluación de oportunidades. No es sencillo. No te dejes llevar por los gurús, acude solo a fuentes solventes que te digan en qué profesiones o áreas va a haber demanda en los próximos cinco años y dónde. Dato de IMF Business School: «En España en la próxima década se crearán más de 3 millones de empleos relacionados con el mundo digital, especialmente con la robótica, drones, ciberseguridad, Big Data e inteligencia artificial».

Consejo 3: no olvides que ahora también podrás trabajar en remoto. Mira esto de LinkedIn: «LinkedIn identifica los trabajos remotos más solicitados en España: customer support representative, key account manager, social media manager, PHP Developer, especialista en marketing, diseñador gráfico, científico de datos, data entry specialist, ingeniero de datos, desarrollador front end, product manager, recruiter, ingeniero full stack e ingeniero de software especialista en Java».

Consejo 4: cálculo de costes. Para llegar de A hasta B tendrás que andar un camino y no va a ser recto. Calcula bien punto de partida, tiempo, coste, esfuerzo, herramientas y método. Un fallo en cualquiera de los seis puntos te puede meter en un berenjenal.

Consejo 5: elección de recursos. Vas a necesitar formarte, hacerlo de verdad y de manera pragmática, solo en lo que necesitas, solo en lo que solicitan las empresas, solo con práctica desde el minuto cero.

Consejo 6: pruébate pronto. Como si tú fueras una Start Up con su mínimo producto viable: probar, modificar, probar…

Consejo 7: el marketing lo es todo para colocar el producto. Aprende o subcontrata, pero alguien tiene que ponerte en el mercado.

Consejo 8: plan de contingencia. Contempla lo que puede salir regular y cómo actuar en ese momento. Que los tropiezos no te saquen del camino.

Suerte y, si es tu caso, ánimo. Antes o después será el caso de todos.