Por Laura Pérez Yanes
Ilustración por Capi Cabrera
Subirse a un escenario por primera vez no fue algo fácil para Gabriela Suárez por su especial timidez. Sin embargo, esta joven grancanaria se ha convertido en uno de los nombres más escuchados en la escena musical isleña. Con tan solo 16 años, ha llevado los grandes clásicos del jazz por todo el Archipiélago y ya cuenta con su primer álbum de estudio, Moonlight in Vermont, grabado en Nueva York junto con los músicos que forman su cuarteto, Gabriela Suárez Jazz Singer.
Usted es uno de los jóvenes talentos de Fábrica La Isleta. ¿Qué piensa al oír palabras como talento o gran promesa?
Creo que más que una gran promesa soy una gran afortunada que ha podido desarrollar su talento, gracias al impulso de Fábrica la Isleta, José Alberto Medina y por supuesto mi familia. Todos tenemos talentos, aunque no todos tenemos el apoyo necesario para conocerlos y desarrollarlos.
¿Cuándo y por qué empezó en la música?
Desde siempre he mostrado interés por el arte en todos sus aspectos. A los ocho años comencé a tomar clases de canto lírico en el coro de Ulrika Törnros, pero no fue hasta los 12 cuando conocí Fábrica La Isleta y con ellos el mundo del jazz, por el que sentí una especial atracción. Tomé clases de canto moderno con Cristina James y Errol Woisky y de piano con José Alberto Medina.
¿Qué siente cuando está sobre un escenario?
Los primeros escenarios no fueron fáciles por mi especial timidez, pero con el tiempo y gracias a mis compañeros, que siempre me han cuidado, he conseguido estar lo suficientemente conectada con la música e ir ganando seguridad. Actualmente el público es un regalo y trato de ofrecer lo mejor de mí.
En 2019 grabó su primer disco (Moonlight In Vermont) en Nueva York. ¿Cómo fue la experiencia? ¿Qué podemos encontrar en él?
Ir a Nueva York fue una experiencia maravillosa e inolvidable; me la planteó José Alberto y antes de un año ya estábamos allí, era la primera vez que entraba en un estudio de grabación y ojalá que no sea la última. Moonlight In Vermont es un disco en el que podemos encontrar desde standards del jazz hasta bossa nova y algún regalito en español. Mis compañeros Tana Santana, José Alberto Medina y David Xirgu son grandes profesionales y tuvimos la suerte de contar con la colaboración de músicos como Mike Moreno, Enrique Oliver y Juanga Lakunza.
¿Y cómo compagina esa carrera musical con sus estudios?
Voy a resumirlo en que no es fácil. Hace falta mucha organización personal y también comprensión por parte del instituto, que entiendan que la música es una formación exigente y es importante disponer de algo de tiempo propio. Igualmente, siempre he conseguido sacar buenas notas. Actualmente estudio bachillerato de artes escénicas y me va muy bien.
Aparte de la música, ¿qué otras disciplinas o aficiones le gustan?
Me gusta la lectura, el dibujo, la fotografía, la moda, la naturaleza y todo lo que tenga que ver con ella y mil cosas más.
¿Y le queda tiempo para ellas?
Tiempo sí, falta de organización también. De vez en cuando mi familia me arranca de la ciudad y pasamos el día en el campo. Ahí una reconecta con una misma.
¿Le gustaría aprender a tocar otro instrumento, además del piano?
Con el piano me queda un largo camino por recorrer. Además, llevo un tiempito aprendiendo guitarra, el pasado 28 de noviembre hicimos un concierto precioso en el Teatro Guiniguada en el que tuve la oportunidad de subirla al escenario.
¿Quiénes son sus referentes?
A pesar de que hay otros estilos que me gustan, mis referentes en el jazz vocal clásico, o quienes más han influenciado en mí, son cantantes como Ella Fitzgerald, Dinah Washington, Billie Holiday o Sarah Vaughan.
¿Cuál es su canción favorita?
Hay tantos temas maravillosos que me sería imposible quedarme con uno, escucho todo tipo de estilos, aunque siento especial predilección por la música pop-rock de las décadas de los setenta y los ochenta.
Este último año ha sido difícil para el mundo de la cultura. Como música, ¿cómo lo ha vivido?
Como música creo que, siguiendo las medidas de protección, se podría continuar con la mayoría de los eventos culturales. En mi caso, que no dependo de esto para comer, ha sido un tiempo aprovechado para finalizar la secundaria y para formarme musicalmente. Todo el tiempo es poco cuando hay tanto por aprender.
¿Qué proyectos tiene entre manos o en mente para este 2021?
Durante este año me gustaría avanzar con mis tres instrumentos (canto, piano y guitarra) y me encantaría empezar a componer, sería todo un reto.