Por Leodesinquieto 

Situado en un antiguo caserío del municipio de El Tanque, el proyecto del Ecomuseo se gestó durante casi dos décadas, se culminó en diciembre de 2018 y pretende mantener vivas las realidades agrícolas y ganaderas de la zona, conocida como el Partido de Abajo. Lo hace a través de paneles informativos, testimonios, reconstrucciones audiovisuales, e incluso experiencias de realidad virtual.

Hablamos de un lugar de difícil acceso durante mucho tiempo, que tiene la cercanía de los volcanes Chinyero y Trevejos, de las Charcas de Erjos, y de un no menos llamativo pinar. Hoy, la carretera TF-373 facilita la llegada al recinto (entrada gratuita; abre de martes a domingo, en horario 10:30-17:30 horas); y rápidamente se prepara al visitante para este viaje en el tiempo. Una plantación de trigo nos recibe, como evidencia de la importancia del cereal, y distintos tablones empiezan a ofrecer detalles sobre la siembra, la siega, la vida en la huerta, y la trilla.

Una vez dentro del conjunto de casas del Ecomuseo El Tanque, de planta única, percibimos ese ambiente tan auténtico que sólo puede dar el uso de piedra original en las paredes, conservada para el proceso de restauración. Por delante, 11 salas que ahondan en la información inicial, para que nos hagamos mejor a la idea de dónde estamos, cómo eran las costumbres de antaño, y las labores que se realizaban para subsistir, vía autoabastecimiento, trueque o venta.

A los textos e imágenes se unen vestigios de arado, un dornajo, una pesa romana o utensilios de cocina. Entre los principales cultivos estaban el trigo, la cebada, el millo y el centeno, más papas y legumbres (lentejas, garbanzos, chochos…). ¿Y los animales? Vacas, burros, caballos, cabras y gallinas, entre los más habituales.

El Ecomuseo El Tanque permite revivir la actividad en el campo con proyecciones en una pared, conectando todavía más pasado y presente. La sensación se agudiza cuando se puede entrar en el trabajo de una era con gafas de realidad virtual o participar en una trilla gracias a estos avances tecnológicos.

Ecomuseo 3D

Ecomuseo interactivo la guancha

Surgen nuevos contrastes con los testimonios, escritos o grabados, de residentes locales en las últimas décadas.  “Le metían unos trapos a las latas o botellas y las llenabas de gas y se encendía el trapo”, cuentan las Hermanas Cairós sobre el modo de alumbrarse, en tanto que Valeria Dorta recuerda que “trabajaban en el campo tanto hombres como mujeres. Mi madre mismo araba con una yunta de vacas”.

Sí, una de las salas presta especial atención al papel de la mujer en el Partido de Abajo. Los vecinos fueron protagonistas entonces y ahora en la creación del Ecomuseo El Tanque, como también queda debidamente reflejado.

Ecomuseo Venta

Tampoco hay que perderse la recreación de una venta de la época, toda una delicia con su pesa, más botellas de refrescos, bombillas, hilos o brochas. Al salir al aire libre, aún nos espera una antigua cueva y una era, pero sobre todo ese paisaje de cereales y pinos que marca esta visita al Ecomuseo El Tanque.

 

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