Por Alex Rojas

Fotografías por Rocío Eslava

El mundo del fútbol aún sigue preguntándose dónde radica el secreto de un equipo modesto que en apenas un lustro de vida ha conseguido encaramarse en la primera división del fútbol femenino y codearse con clubes como el FC Barcelona o el Atlético de Madrid. Con un presupuesto infinitamente menor que el de las grandes, la Unión Deportiva Granadilla Tenerife sorprendió a propios y extraños con el cuarto puesto alcanzado la temporada pasada y la disputa de las semifinales de copa. La filosofía de crecer sin dejar de ser humildes y la complicidad entre jugadoras, directiva y profesionales del club han hecho de este grupo una gran familia. Con ellas, conocemos tres rincones de la costa de Granadilla de Abona donde la sal, la arena y la brisa son protagonistas.

La tejita

El Médano está considerado por sus condiciones de viento y mar como uno de los mejores lugares del planeta para la práctica de los deportes náuticos y no hay mejor referente que el Mundial de Windsurf, que año tras año atrae a este destino a los mejores riders. Las jugadoras residen en este lugar privilegiado, con una energía mágica que emana de la mítica Montaña Roja, símbolo de una de las playas naturales más visitadas y disfrutadas por residentes y turistas –La Tejita–, que moldea el espíritu combativo y el carácter amable de unas chicas de primera que llegaron para quedarse. Así lo corrobora Cindy, la capitana del equipo y natural de Gran Canaria: “Es uno de los mejores sitios de la Isla, no somos conscientes realmente de lo que tenemos aquí”. “Muchas de nosotras vivimos en El Médano desde el principio y pienso retirarme aquí porque no hay mejor lugar que este”, apostilla María José, chicharrera de origen y una de las tres canarias que llevan en el club desde sus inicios.

Playa Chica

Se podría decir que es la esencia de El Médano. Para Ana, nacida y criada en Granadilla de Abona, es “un lugar mágico: puedes venir a dar una vuelta, encontrarte con gente de toda la vida o de fuera que son siempre bien acogidos y con muchos extranjeros que se sienten como en casa”. Se trata de una pequeña cala de arena coronada por el tradicional embarcadero de piedra que tanto sirve de solárium como de reposo para las barcas de pesca, que nos recuerdan el origen y el espíritu marinero de un pueblo siempre hospitalario que se mezcla con la curiosidad del turista en su particular búsqueda de la felicidad.

Leocadio Machado

Como una extensión natural de la propia playa de El Médano se encuentra la de Leocadio Machado, el must para los amantes del kite y el windsurf. Al fondo, mirando hacia el sur, en el cercano horizonte: Montaña Roja, cuyo aspecto cambia completamente dependiendo de la hora y del lugar desde donde la contemplemos. A su abrigo fondeó el 3 de octubre de 1519 la expedición comandada por Magallanes para dotarse de provisiones antes de realizar la primera vuelta al mundo.

“A diferencia de Florida, de donde soy yo, que es plana, aquí también hay montaña y me sorprende mucho la mezcla del paisaje, ¡es algo increíble!”, exclama Jackie, jugadora norteamericana de la UDG. Para una deportista también influye a la hora de escoger su destino el hecho de “poder abrir la ventana y estar frente al mar, salir por la mañana a caminar, cuidarte, vivir con esta tremenda calidad y encima gratis… Todo esto hay que valorarlo, parece un lugar pequeño pero aquí, donde vayas disfrutas de unas vistas y una naturaleza sorprendente”, concluye la brasileña Joyce.