Por David Lorenzo

Ya en otros artículos hemos hablado sobre los esclavos que fueron empleados para la producción (sobre todo de la caña de azúcar) en Canarias tras la conquista. Sin embargo antes de que fueran ocupadas todas las islas muchos de sus pobladores fueron vendidos como esclavos. Es más, todo indica que los primeros viajes al archipiélago tras el redescubrimiento se hicieron precisamente para capturar a pobladores de las islas para luego venderlos al mejor postor.

Cuando hablamos de “esclavos canarios” nos referimos, claramente, a los canarios (Gran Canaria), los guanches (Tenerife) los majos (Lanzarote y Fuerteventura), gomara (La Gomera). También de los bimbaches (El Hierro) y benahoaritas (La Palma). A pesar de lo que muchos puedan pensar no solamente castellanos realizaron razias en las islas. También hubo, como mínimo, barcos franceses, portugueses y mallorquines que se aprovecharon de esta situación.

Documentos del archivo de El Funchal demuestran la existencia de esclavos canarios en el siglo XV en las islas de Madeira. Se empleaban sobre todo como mano de obra para trabajar en las fincas o haciendas de caña de azúcar que existían en este archipiélago portugués. Pero también, en algunos casos fueron empleados con fines domésticos en las casas de las personas más adineradas e incluso… ¡fueron pastores!

Todo parece indicar que los primeros esclavos canarios llegaron a la isla a mediados del siglo XV. Pronto lograron gran popularidad entre los productores de caña de azúcar. Así fue constante que se le pidiera al infante don Fernando que mandase esclavos canarios a la isla con el fin de trabajar, no para la venta, ya que eran muy apreciados. El motivo era también evitar que llegasen muchos esclavos negros, que se consideraban peligrosos.

Los madeirenses no tararon en darse cuenta, también de la capacidad de los esclavos canarios para tratar al ganado, el principal sector productivo en Canarias durante su prehistoria. Esto hizo que muchos de los recién llegados fueran usados como pastores en una isla donde escaseaba la carne. De esta manera muchos “dueños” mandaron a los esclavos canarios a cuidar sus cerdos, cabras y ovejas a los altos de Madeira.

Pero en poco tiempo empezaron a haber problemas con los esclavos canarios. Empezaron a extenderse el rumor por toda la isla que los pastores traídos de Canarias estaban matando y robando el ganado ajeno. La respuesta del Duque Regente a esta situación fue bastante contundente. Se los consideró como amotinados y rebeldes. De forma que el castigo que debía tomarse era el de capturarlos y expulsarlos de la isla.

No acabó el problema aquí. También existen documentos que afirman que los esclavos canarios localizados en zonas urbanas incumplían la ley. Se afirma que muchos robaban como un divertimento y que inducían a los esclavos negros a robar con la promesa de encubrirse entre ellos. La medida a aplicar por el Duque Regente de Madeira fue la misma que con los pastores. Se puso un ultimátum de expulsión a todos los esclavos canarios, fueran hombres o mujeres, por su actitud.

Ambos mandatos del Duque Regente, sin embargo, no se cumplieron. Algunos dueños se oponían a  mandar al exilio a sus esclavos. Muchos habían invertido bastante dinero y a otros les pareció algo injusto, al considerarlos a todos igual de cupables. Pero los días de los esclavos canarios en la isla estaban contados, sobre todo la de los pastores. Así finalmente todos fueron expulsados en 1505 de manera definitiva, siendo sustituidos por pastores “moros”.

Una vez aplicada la expulsión de esclavos canarios de Madeira muchos de ellos volvieron de nuevo a las islas. Sobre todo los que habían aprendido el oficio de la caña de azúcar tenían el trabajo y la vida asegurada. Algunos Incluso volvieron cristianizados y con apellidos portugueses “heredados” de sus “antiguos dueños”.

Para saber más:

  • Siemens Hernández, Lothar; Barreto de Siemens, Liliana (1974) “Los esclavos aborígenes canarios en la Isla de la Madera (1455-1505)”. En Anuario de Estudios Atlánticos. Madrid; Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo de Gran Canaria