Por David Lorenzo

Desde antes de la conquista se ha vivido en casas-cuevas en Canarias. Las cuevas eran el hábitat preferido de los pobladores por los beneficios que tienen. En casi todas las islas proliferan pequeñas cavernas (muchas veces tubos volcánicos) que han sido empleadas desde hace siglos (si no milenios) por la población del archipiélago.

Sobre todo los principales beneficios de vivir en casas-cuevas en Canarias está relacionado con la aclimatación. Una de ellas es que conservan a la perfección tanto la frescura durante el verano como temperaturas templadas en el invierno. En las islas geográficamente más jóvenes, donde son de mayor tamaño las cuevas, podían vivir varios de ellos.

En el caso de Gran Canaria es todavía más llamativo. Debido al incremente de su población se construyeron muchísimas cuevas artificiales durante la prehistoria. Esto era todo un mérito en unas islas donde no existe ningún metal como el hierro. Debían ser usadas otras piedras más duras para construir en las montañas. Una actividad muy sacrificada que debía hacerse a mano.

Las casas-cuevas canarias en Gran Canaria son uno de los mejores ejemplos de lo que fueron capaces los canarios antes de la conquista. Para la construcción aprovechaban picar en la toba volcánica, un tipo de piedra que destaca por ser lo suficientemente blanda como para ser tallada usando otras rocas más duras con facilidad.

Esto no significa que no tuviesen viviendas. En todas las islas se han encontrado casas donde se alojaban. Por lo general solían estar construidas en lugares donde no habían cuevas o no eran suficientes para todos los que habitaban en la zona. La mayoría de los pobladores antes de la conquista eran pastores, de manera que debían practicar la trashumancia (eran nómadas).

Cuando terminó la conquista lejos de abandonarse las cuevas muchos pobladores canarios siguieron viviendo en ellas. Sobre todo en las zonas más rurales y apartadas se mantuvo la costumbre. En algunos de estos lugares la gente vivió en ellas hasta hace apenas unos años. Sin embargo otras todavía siguen habitadas.

Resulta increíble, pero esto significa que algunas casas-cuevas en Canarias han sido usadas como alojamiento durante prácticamente 2000 años. Otras fueron construidas después de la conquista. Se hicieron de forma artificial para ser usadas como viviendas, empleando ya en este caso picos de hierro.

Hoy en día mucha gente sigue viviendo en las casas-cuevas en Canarias. En muchos casos ha sido una herencia que ha pasado en cada familia de generación en generación. Otras cuevas son hoy en día empleadas como almacenes, de la misma manera que eran empleadas en la antigüedad. También hay, en el caso de Gran Canaria, una serie de cuevas que parecen haber sido empleadas como almogarén o templos religiosos. Un ejemplo es el del Risco Caído, candidato a Patrimonio de la Humanidad en la UNESCO.

Para saber más:

  • Santana Rodríguez, Rafael; Pérez Luzardo, José María, Pérez-Luzardo Díaz, Jessica (2001) “El hábitat troglodita en Gran Canaria: Evolución del hogar desde tiempos prehispánicos”. En Almogaren. Viena: Institutum Canarium
  • Cuenca, Julio; García, Milagrosa; González, Leticia; García, Marco; Montelongo, José; Ramos, Pilar (2008) “El culto a las cuevas entre los aborígenes canarios: el lamogarén de Risco Caído (Gran Canaria). En Almogaren. Viena: Institutum Canarium