Por David Lorenzo

Una vez conquistadas las islas occidentales se consideró oportuno buscar un sector económico que ayudara al enriquecimiento de los grandes terratenientes. Se optó por introducir la caña de azúcar en Canarias. Ya había sido previamente llevada a Madeira con mucho éxito.

Que se cultivara la caña de azúcar en Canarias no fue casualidad. Era uno de los productos más consumidos por la elite europea de la época. Producirla era caro pero se vendía a muy buen precio en el mercado. El beneficio estaba asegurado, ya que a las clases dirigentes les encantaba consumirlo.

El proceso del cultivo de la caña es muy largo y complejo. Es necesario contar con buenas aguas para producirla. Además es imprescindible contar con toda una industria, una de las más complejas y grandes de la época.

La caña de azúcar debía ser llevada lo más rápido posible a los ingenios (antes de que se oxidara y se convirtiese en aguardiente de caña). Debía ser triturada. Posteriormente el jugo o líquido extraído era calentad en calderos de cobre para que el azúcar se cristalizara. Esto suponía un enorme gasto de madera.

Tampoco hay que olvidar que no solo se sacaba un tipo de azúcar. Se lograba extraer hasta tres tipos. Estaba el azúcar de primera, que era la extraída la primera vez que se calentaba el jugo. Luego de los restos se volvía a calentar y se lograba el azúcar de segunda (de peor calidad). A la tercera se conseguían unas remieles o melazas(la conocida como miel de caña) que solía ser consumida por la población local.

Para hacerlo rentable se usaban esclavos. Aunque durante el crecimiento de la planta el trabajo era sencillo, posteriormente era necesario contar con un importante número de trabajadores para cortar y llevar la caña a los trapiches o ingenios. Si se contrataban jornaleros podían haber pérdidas.

Genoveses y flamencos fueron los principales terratenientes que se dedicaron a producir y a comercializar el azúcar canario con Europa. Muchos de ellos ya provenían de familias con una gran historia y experiencia en la compra-venta de productos. Hasta habían magnates entre estos grupos.

La caña de azúcar en Canarias se cultivó sobre todo en las islas occidentales. Hubo ingenios tanto en La Gomera, como en La Palma y Tenerife. Pero la isla que más apostó por esta producción fue Gran Canaria. Tanto es así que la isla era muy dependiente a esta producción durante todo el siglo XVI y parte del XVII.

Poco a poco el azúcar canario fue logrando cierto prestigio. Más que por cantidad destacaba por su calidad. Las buenas aguas y tierras favorecía a la producción de la caña de azúcar en Canarias. Pero esta popularidad no garantizaba su pervivencia.

Desde mediados del siglo XVI empezó a cultivarse la caña de azúcar en América. Rápidamente se vio que en las nuevas colonias la producción era mucho más rápida y también habían más recursos. La gran cantidad de madera necesaria y la mayor extensión de tierras favorecía a que en América se produjera caña de azúcar con más beneficios.

Al no ser el azúcar un producto muy perecedero esto garantizaba que pudiese recorrerse grandes distancias hasta Europa, donde se vendía a buen precio. Esto supuso el comienzo de la decadencia de la caña de azúcar en Canarias. Aunque se mantuvieron algunos ingenios, favorecidos por la buena calidad del azúcar del archipiélago, su número se redujo drásticamente.

Sin duda la isla que más se vio afectada fue Gran Canaria. Había apostado demasiado en esta producción. Cuando entró en crisis la caña de azúcar en Canarias se tardó mucho en diversificar la agricultura de la isla. A esto se une el ataque del pirata Pieter Van Der Does, que arrasó con la capital de la isla a finales del siglo XVI.

En el siglo XIX hubo un ligero incremento de la producción de caña de azúcar en Canarias. Pero ya no era para producir azúcar. Sobre todo se especializaron en la fabricación de ron y aguardiente de caña. Además también se siguió haciendo mieles de caña, muy populares entre la población de la época. Pero la venta de azúcar en masa había llegado a su fin en el siglo XVII.

Para saber más:

  • Luxán Meléndez, Santiago de; Viña Brito, Ana (2009) Las empresas azucareras en Canarias. Siglos XV- XX. Las Palmas de Gran Canaria, Los Llano de Aridane: Destilerías Arehucas y Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane.
  • Viña Brito, Ana; Ronquillo Rubio, Manuela (2006) “El primer ciclo del azúcar en Canarias. Siglos XV-XVI”. En El azúcar y el Mundo Atlántico. Economía y Hacienda. Patrimonio Cultural y geobotánico. XVI Coloquio de Historia Canario-Americano. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo Insular de Gran Canaria.