Por Álvaro Morales

Fotografías por Rocío Eslava

Se ha hecho bastante célebre en los últimos años por permitir, como pasa con una cala muy accesible del Puertito de Güímar, la presencia de perros en su arena y sus aguas. Sin embargo, y más allá de que su nombre, El Confital, lleva a muchos canarios a pensar primero en la de Las Palmas, esta se encuentra entre dos de las zonas más entrañables de la costa del sur de Tenerife: los pueblos granadilleros de El Médano y Los Abrigos. Justo a la mitad de la carretera que enlaza estos dos enclaves, junto a un espacioso invernadero y muy cerca de la emblemática playa de La Tejita, esta cala no supone solo un paraíso para canes. Si no le molesta la presencia de perros de todo tipo, El Confital sorprende por sus dimensiones, su fina arena en muchas zonas y la tranquilidad de los baños en el de por sí mar más calmado del Sur. Además, con aparcamientos anexos y una vista, al menos parcial si se camina hacia la derecha, de la mítica Montaña Roja.

Por lo general, decir en Canarias “Confital” nos lleva, en una especie de inconsciente colectivo, a ubicar este lugar en la capital grancanaria. Y, en efecto, ahí se encuentra, junto a la emblemática playa de Las Canteras, una cala bajo ese nombre, referente para numerosos surferos y siempre bastante salvaje. Sin embargo, existe otra playa isleña que, quizás, va mereciendo mejor trato social y mediático, y no solo por servir de paraíso para los perros. Ubicada en el municipio tinerfeño de Granadilla, en el sur de la Isla, El Confital “alternativo” ha ido ganando relevancia por la prohibición de llevar canes a la cercana joya de La Tejita, lo que ha incrementado su uso desde hace años por parte de los que gustan disfrutar de la arena, el sol y el refrescante Atlántico acompañados de sus mascotas. Pero esta cala es mucho más. De hecho, y antes de su fama como alternativa para los perros, muchos amantes de la soledad en una de las franjas del litoral sureño con mejor oferta de calas optaban por esta playa que, para el que no la conoce, se convierte pronto en una agradable sorpresa, en un secreto digno de gritarse entre los siempre entrañables pueblos de El Médano y Los Abrigos.

Para llegar no hay que volverse muy loco. Ya sea bajando a El Médano o a Los Abrigos, la TF-643 nos llevará a El Confital, señalizada con un considerable cartel que explica sus características y, sobre todo, su condición de playa apta para perros y otras mascotas. Si se viene desde La Tejita o El Médano, la encontraremos al pasar una rotonda de la urbanización de la zona y los invernaderos anexos. Si se accede desde Los Abrigos, esos mismos invernaderos nos servirán de referencia. Aparcar no resulta nada complejo, pues hay varias pistas de tierra y espacios en la parte superior. Luego, los caminos se multiplican también, aunque algunos están más claramente marcados hasta llegar a la superficie principal de la cala. Las dimensiones engañan y la playa se muestra más amplia de lo que parecía al principio, aunque con zonas con piedras de diverso tamaño y también con distintas áreas de fina arena. A la izquierda, un paseo de ancho considerable es frecuentado por senderistas o corredores que acaban en el extremo derecho de La Tejita, siempre mirando hacia el horizonte.

Como resulta lógico, en los últimos años es habitual toparse con muchos animales, especialmente perros, en una playa que, no obstante, ya era antes frecuentada por amantes de las calas más aisladas y sin las masificaciones de muchas de la vertiente sureña. Es más, y aunque ahora está más controlado, tampoco debe extrañar ver aparcadas caravanas y autocaravanas, que antes proliferaban mucho más y que le dan ese toque de rincón alternativo para tanta gente. El agua, como pasa en esta parte de la costa granadillera, suele ser apetitosa gran parte del año. Las mareas, las corrientes y la fuerza oceánica siguen la línea de menos intensidad que lo que ocurre en casi cualquier parte del norte de las Islas, aunque no por ello conviene confiarse. Eso sí, no son numerosas las zonas en las que entrar con arena hasta no hacer pie. Al revés, deberá ir con cuidado con las rocas interiores, pues muchas veces dan algún disgusto. Por lo demás, y si los animales no les molestan, esta es una excelente elección para pasar un buen rato en una cala, por lo general, solitaria y que resulta mucho más agradable y sorprendente de lo que aparenta al principio. Y es que, entre Los Abrigos y El Médano, hay más de un secreto de mucho valor en forma de calas, charcos y rincones dignos de visita.

DETALLES:

Ubicación: en el sur de Tenerife, en el municipio de Granadilla y entre los pueblos costeros de El Médano y Los Abrigos.

Socorristas: no.

Playa surfista: sí (aunque no es habitual, dado que las mareas suelen ser templadas).

Playa nudista: no oficialmente, pero, en ciertas zonas y horas, dada la menor presencia de bañistas, es posible practicar el nudismo.

Restaurantes: no (pero amplia oferta muy cerca, en Los Abrigos y El Médano).

Baños: no.

Duchas: no.

Sombrillas y hamacas: no.

Adaptada para discapacitados: no.

Aparcamientos: sí, en una zona anexa, con diversos niveles y de tierra.

Transporte público: guaguas hasta El Médano, Los Abrigos y hasta esta zona, así como taxis.

Perros: sí; de hecho, es cala referente en el Sur para llevar a los canes.

Curiosidades: aparte de los perros y bañistas que prefieren los rincones más olvidados, El Confital suele presentar a caravanas y autocaravanas, si bien existe una empresa cercana que las aglutina junto a La Tejita. Además, el paseo litoral, que lleva al extremo derecho de La Tejita, suele acoger a senderistas, paseantes o personas que corren en un lugar privilegiado junto al Atlántico.