Texto Aida Vallés
Ilustración Carla Garrido

Las discusiones forman parte de cualquier relación y, al contrario de lo que se piensa, las parejas más sanas y que perduran más en el tiempo no les tienen miedo y las confrontan.
Por lo general, cuando oímos la palabra discusión lo solemos asociar a problemas, pero, si quieres tener una relación sana, las discusiones deben tener su lugar, y aquí te traigo unas claves que te van a resultar muy útiles:
1. No decir nada desde la emoción: si ahora mismo estáis muy enfadados, tensos, tristes o irritados, lo mejor es parar un tiempo estipulado, como media hora, durante la cual cada uno tendrá su lugar y espacio para calmarse y poder retomar desde ahí la conversación.
2. No me preparo solo para contestar: si mi pareja me está diciendo algo que le ha molestado, rebatir eso no me ayudará a solucionar el problema; escuchemos de dónde viene esa petición o crítica para ver si se puede llegar a un punto en común.
3. No hay ganadores: si buscas salirte con la tuya, enhorabuena, al final conseguirás romper la relación; la idea es llegar a un punto común y de forma conjunta.