Texto por Aarón Rodríguez González

Fotografías por Rocío Eslava

Esta impactante ruta, de 11,2 kilómetros de longitud, nos permitirá adentrarnos en el espectacular Parque Natural de los Volcanes, un Espacio Natural Protegido que rodea al Parque Nacional de Timanfaya y alberga algunas de las muestras más singulares del evocador paisaje volcánico de Lanzarote.
Iniciamos nuestro recorrido en el barrio de Mancha Blanca, ubicado en el municipio de Tinajo, un núcleo configurado por las típicas casas de color blanco inmaculado, que caracterizan a las poblaciones de esta isla.

Salimos por la carretera general LZ-67 con dirección al municipio de Yaiza, en el sur de la Isla, y andamos por ella unos trescientos metros, siempre con mucha precaución; al llegar a la intersección de esta vía con una calle y una pista de tierra, tomamos esta última, de frente. Por esta vía avanzamos otros ochocientos metros más, atravesando una zona de cultivos sobre arenados, primero, y un malpaís basáltico, después, para llegar al punto donde finaliza la pista y comienza el sendero, mucho más estrecho, que se adentra en el malpaís en dirección al espectacular conjunto formado por la montaña Caldereta y, sobre todo, el imponente cono de Caldera Blanca. Nuestro sendero bordea la primera de ellas por su cara norte y, al alcanzar la zona del malpaís conocida como Los Cascajos, se bifurca; tomaremos, en la ida, el camino de la izquierda, para regresar por el de la derecha.

La senda asciende ahora hacia el borde de Caldera Blanca. Una vez arriba, y avistando el interior de esta enorme estructura circular, quedaremos sobrecogidos ante la magnitud del cráter. Hay nada menos que 1,17 kilómetros de distancia desde este punto hasta el lado opuesto, lo cual explica que el topónimo de Caldera, utilizado para estructuras volcánicas de gran tamaño, se haya empleado en esta ocasión para designar a un cono volcánico.
Desde aquí, iremos bordeando el cráter por su lado sur, ascendiendo, poco a poco, hasta los 456 metros de altitud del punto más elevado, al suroeste de la montaña. La panorámica desde este lugar es abrumadora: hacia el sur y el oeste, los volcanes y el malpaís del Parque Nacional de Timanfaya se extienden a nuestros pies, con los «islotes» (formaciones anteriores a la erupción de 1730-1736 que no fueron cubiertas por la lava) destacando con su color claro entre un mar de negra roca; tras ellos el océano, y al norte el risco de Famara, con los islotes del Archipiélago Chinijo.
Estamos a 5,3 kilómetros del inicio y es momento de iniciar el regreso; para ello, seguimos bordeando el cráter por el norte, hasta dar con el sendero que nos conduce a la bifurcación antes mencionada. Desde este punto, haremos el recorrido de regreso por el mismo camino.

Datos de la ruta:
Distancia: 9,9 km.

Desnivel positivo: 432 m.

Dificultad técnica: moderado.

Desnivel negativo: 432 m.

Altitud máxima: 456 m.

Altitud mínima: 151 m.

Tipo de ruta: circular.

Lugares de interés cercanos: Parque Nacional de Timanfaya.

Observaciones: es importante portar un calzado adecuado, crema solar y agua abundante para hacer el recorrido sin problema, aunque se trate de un sendero de dificultad media.

¿Sabías qué… junto con el parque Nacional de Timanfaya, Caldera Blanca es otra de las grandes reliquias geológicas de Lanzarote?