Por Saioa Arellano
No hay fin de semana más perfecto que uno que pasas en una ciudad donde la oferta cultural y gastronómica es un must, más si cabe tan cerca de casa. Hay tantas cosas que visitar en esta ciudad que quizás no sea suficiente, pero eso es el signo más preciado de que es una ciudad viva y que, ¡se vive desde que se pisa!
Visitar A Coruña es hacerlo a través de una ciudad que fue moldeada por el mar, a través de la zona del puerto y la marina, por donde no puedes dejar de pasear y admirar las cristaleras que lo acompañan, algo tan característico de esta ciudad que no deja indiferente a nadie y que nada tiene que envidiar a otras ciudades. Las cristaleras se crearon para aprovechar la luz y el calor del sol y solían ser lugares donde los marineros guardaban sus utensilios de pesca, porque si por algo se caracteriza Galicia y A Coruña es por ser un lugar con mucho arraigo marinero. Justamente esta zona, la del puerto, es la más grande de Europa, pues comprende trece kilómetros donde podrás caminar, pero también recorrerla en bici si lo deseas.
Paseando por toda la costa podrás llegar hasta las playas de Riazor y Orzán, donde, si el tiempo lo permite, no puedes dejar de darte un baño en ese Atlántico tan salvaje y único que tiene esta zona gallega. Pero si no fuera posible, simplemente pasearla ya es un deleite para la vista. Como también lo es sentarnos a mirar el firmamento desde la Torre de Hércules, donde avistar barcos, perseguir aves propias del entorno y disfrutar de la brisa que nos roza la cara o se cuela entre los mechones de nuestro pelo significa vivir el momento en un entorno que no merece menos.
Volviendo hacia atrás, otro de los mayores atractivos de este enclave es la plaza de María Pita, en el corazón de la ciudad. Pita fue una mujer que, en el año 1589, en pleno reinado de Felipe II, se enfrentó a los ingleses, que previamente habían invadido la ciudad. Esto le sirvió el reconocimiento del rey y por eso hoy es tan conocida y querida en A Coruña. En medio de la plaza podrás encontrar su estatua y justo en frente, el ayuntamiento. Este precioso edificio de estilo modernista está lleno de detalles.
Otro de los aspectos que no pasa desapercibido es pararnos a observar y disfrutar de la luz que baña la ciudad. Entrar por los soportales de la plaza de María Pita y el ayuntamiento, observando las sombras que se proyectan a nuestro alrededor.
Sin ninguna duda, A Coruña es un lugar que tienes que visitar por su historia, por su gastronomía, por su ocio, por su oferta cultural, pero, sobre todas las cosas, por su gente, que hace que te sientas como un coruñés más.