Por Saioa Arellano
La Reserva de la Biosfera de As Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo se sitúa en la provincia de A Coruña y representa un 14,33 % de la superficie de la provincia, abarcando diecisiete municipios. Visitar esta reserva significa conocer los grandes flujos fluviales de los ríos Mero y Mandeo, con un paisaje de bosques que se asocia con humedades y conexión de aguas propias del bosque atlántico. Fue declarada con esta distinción el 28 de mayo de 2013 y dentro de este enclave hay zonas que pertenecen al Monumento Natural o a la Red Natura 2000.
Esta zona está dotada de una gran diversidad cultural que se relaciona con el uso de los recursos naturales. Todo esto ha permitido que se mantengan muchas comunidades y la conservación de razas de ganado locales. Este cuidado afecta directa y positivamente en el uso de estos productos por parte de los locales de hostelería de la zona, algo que sin duda le da un valor añadido a esta reserva.
El ecoturismo es una nueva forma de viajar que cada vez buscamos más aquellos que queremos conectar con la naturaleza o conocer parajes que nos ofrecen distintas posibilidades, respetando y minimizando el impacto ambiental a la hora de viajar.
A tan solo veinticinco minutos de A Coruña tenemos este destino de ecoturismo, el primero de la comunidad gallega donde podemos encontrar desde el típico paisaje gallego hasta monasterios con mucha historia pasando por uno de los tantos puntos fuertes de este increíble lugar: su gastronomía. Otra de las muchas curiosidades de este enclave turístico es que el agua con la que se elabora Estrella Galicia procede del embalse que se sitúa en esta reserva, el de Cecebre. Su agua contiene propiedades como el perfil blando (con pocos minerales) y componentes químicos de alto valor cervecero, elementos clave y perfectos para la elaboración de esta cerveza.
Si nos adentramos a través del embalse nos encontramos con la ruta del encoro, que está dentro de este bosque atlántico europeo. Caminar por este sendero es hacerlo por donde hace algunos años lo hicieron las meigas, aquellas mujeres poseedoras de magia y artes oscuras que solían ser muy respetadas por sus trabajos de curanderas. También aquí se encuentra una de las leyendas más extendidas en Galicia: la Santa Compaña.
La Santa Compaña, conocida también como Procesión de las Ánimas, es una leyenda que cuenta la aparición de filas de personas encapuchadas, con aspecto fantasmal, que aparecían en los pueblos en el momento en que se iba a producir una defunción y con la intención de dar aviso. La Santa Compaña aparece con una persona viva como cabeza de fila que en sus manos suele llevar una cruz y que, misteriosamente, morirá días después. Detrás de esta persona, una fila de encapuchados haciendo cánticos y rezos acompañan el ritual. Pero no se asusten, se puede escapar de la Santa Compaña si salimos corriendo, entre otras cosas.
En este bosque podemos encontrar infinidad de flora y fauna, pero sin duda lo que más llama la atención es el ruscus o rañacus, una planta con un fruto rojo que a priori podría parecer venenoso, pero que tiene innumerables beneficios. Sus propiedades medicinales eran aprovechadas por las meigas, que usaban las hojas para hacer sus propias escobas. El uso medicinal de este fruto sigue siendo tan importante que incluso hoy en día se está investigando como posible remedio para problemas de corazón. Sin duda la Reserva de la Biosfera de As Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo ha sido todo un acierto que invito a descubrir, pues la infinidad de posibilidades que allí se albergan hacen que uno vuelva a casa más rico, más lleno.