Texto por Astrid da Silva
Fotos por Rocío Eslava
Si se ha preguntado alguna vez por un destino que reúna playas espectaculares, planes de ciudad, excursiones de montaña y una gastronomía increíble, Cantabria es la respuesta. Su pequeña superficie, ubicada en el norte de España, cuenta con mágicos paisajes que van desde el azul del mar al verde intenso de sus montes y pueblitos rurales, pasando por el encanto de su capital, Santander. Hoy le daremos buenos motivos para considerar esta región norteña como su próxima escapada.
En Canarias tenemos conexiones directas con Santander desde Gran Canaria y Tenerife. El centro de la ciudad se encuentra a solo cinco kilómetros del aeropuerto y se puede llegar fácilmente en guagua, aunque la mejor opción es alquilar un coche para poder moverse con libertad y llegar a los lugares con más encanto.
La capital cántabra destaca por su elegancia y su exquisita oferta gastronómica. Para conocer bien su esencia es imprescindible hacer una ruta por la bahía y visitar los puntos más emblemáticos. Para ello, la plaza del Ayuntamiento es un buen punto de partida, ya que desde aquí puede bajar hacia la costa para seguir por el paseo marítimo y dirigirse hacia Puertochico. En este lugar podrá ver el mítico grupo escultórico de Los raqueros, dedicado a los jóvenes que buceaban en los muelles para buscar monedas en el fondo marino. Es una postal típica de la ciudad y una parada ideal para disfrutar de unas ricas anchoas de Santoña y un aperitivo con vistas al mar Cantábrico.
Nadie puede irse de Santander sin dar un paseo por la península de La Magdalena y continuar hasta el Sardinero, un conjunto de extensas playas rodeadas por jardines, sobre los que se erigen diversos edificios palaciegos. Es uno de los puntos turísticos más populares de la ciudad. Aunque si tenemos que destacar una playa especial, que no deja a nadie indiferente, esa sería la del Somo. Está a solo 15 minutos de la ciudad y se puede llegar por mar o por tierra, ya que es la costa que verá justo enfrente. Todo un paraíso terrenal, con más de dos kilómetros de arena dorada y olas salvajes; ideales tanto para disfrutarlas con todo tipo de deportes acuáticos como para admirar su belleza natural. Para muchos viajeros es una de las playas más impresionantes de Cantabria.
Para salir de Santander puede dirigirse hacia el oeste por Liencres, a través de la Costa Quebrada: más de diez kilómetros de playas espectaculares con una orografía muy peculiar. Su nombre proviene, precisamente, de los acantilados que se sitúan entre ambas localidades y que crean un paisaje único. La playa de Arnía es un buen ejemplo de la belleza de este lugar. Completamente virgen y rodeada de rocas e islotes, deja atónito a cualquiera. Desde aquí, puede contemplar el atardecer mientras disfruta de los ricos pescados, arroces y rabas típicas de la tierra en el único restaurante que encontrará en la zona y que es, literalmente, un balcón ubicado sobre el mar.
No puede alejarse de la costa sin visitar antes San Vicente de la Barquera, la joya de la corona. Hace frontera con Asturias y es la combinación perfecta entre el mar y la montaña. Desde el paseo se pueden contemplar las barcas en el río Escudo, custodiadas por el perfil agreste de los Picos de Europa, que serán la próxima parada de esta escapada.
El Parque Natural de los Picos de Europa es una cordillera montañosa que supera los 2500 metros de altura. Se extiende por Cantabria, Asturias y León y es un oasis de paz y tranquilidad en estado puro. Con el teleférico de Fuente Dé podrá llegar hasta los 1823 metros de altura para quedarse sin aliento ante esas maravillosas vistas. Desde esta zona salen diversas rutas para adentrarse en el monte a contemplar la belleza de la naturaleza y los animales en libertad.
Para ponerle el broche de oro a este viaje es necesario visitar el pueblo de Potes, famoso por sus puentes y sus platos típicos de la cocina cántabra, como el cocido lebaniego, el cocido montañés o los garbanzos de Potes, un poco más pequeños que los tradicionales, pero riquísimos.
Estos son solo algunos de los lugares más llamativos de Cantabria, pero hay muchísimos más para perderse y dejarse llevar por sus encantos naturales. Es un destino para todos los gustos que siempre deja con ganas de más. ¿Se atreve a comprobarlo? ¡No se arrepentirá!