Por Cristina Torres Luzón

Ilustración por Ilustre Mario

Trabajar suele ser una necesidad para poder vivir. Todos los trabajos no son iguales e independientemente de que varios trabajadores hagan la misma función, cada uno lo experimentará diferente. Gran parte de nuestro tiempo, y con ello de nuestra vida, la dedicamos al trabajo. ¿Te has planteado qué calidad de vida tienes en tu ámbito laboral y cómo repercute en tu día a día?

Calidad de vida laboral (CVL) es un término que a simple vista se podría pensar fácil de definir; sin embargo, son múltiples y diversas sus acepciones, que abarcan aspectos como el bienestar y la satisfacción profesional-personal del trabajador o la idea de productividad y efectividad de la organización.

Si buscamos una definición en referencia al trabajador podemos usar la empleada por Katzell, Yankelovich, Fein Ornati y Nash (1975): “Un trabajador disfruta de alta CVL cuando (a) experimenta sentimientos positivos hacia su trabajo y sus perspectivas de futuro, (b) está motivado para permanecer en su puesto de trabajo y realizarlo bien y (c) cuando siente que su vida laboral encaja bien con su vida privada de tal modo que es capaz de percibir que existe un equilibrio entre las dos de acuerdo con sus valores personales”.

Existen diferentes métodos para analizar y medir la calidad de vida laboral (encuestas, entrevistas, análisis de puestos, check-list, escalas de satisfacción, grupos de trabajo) según la intencionalidad que se persiga y el tiempo del que se disponga. A nivel nacional existen dos macroencuestas que indagan sobre estos aspectos: la encuesta nacional sobre condiciones de trabajo y la encuesta de calidad de vida en el trabajo.

Debemos saber que no solo las condiciones de trabajo influyen en la percepción de calidad de vida laboral, también la presencia de factores de áreas extralaborales inciden en ella. Por ejemplo, las mujeres con doble jornada laboral, la remunerada y la no remunerada, sobrecargan sus capacidades y merman su calidad de vida. También los profesionales con horarios cambiantes como los sanitarios, policías o bomberos presentan un mayor riesgo de bajos niveles de CVL debido a factores como son la dificultad de conciliar los horarios laborales con la vida familiar y social, la insatisfacción en el ejercicio profesional por la sobrecarga laboral, la falta de reconocimiento profesional, la falta de estabilidad laboral… Todo ello acaba desmotivando al trabajador y repercutiendo en su vida personal y profesional.

 

Según María Dolores Solé, especialista en medicina del trabajo, y Maite Balduque, licenciada en psicología, “situaciones muy diversas, generadas dentro de la empresa o a nivel personal o familiar, pueden provocar serios malestares y, muchas veces, llegar a enfermar al individuo, sobre todo cuando las dificultades para enfrentarse a ellos sobrepasa el umbral de resistencia o la efectividad de las defensas que cada persona ha desarrollado”.

Resulta necesario evaluar el nivel de CVL que presenta cada trabajador en los reconocimientos de salud laboral para poder ejercer las medidas oportunas que brinden la posibilidad de mejorar dichos niveles. El objetivo es conseguir que el trabajador se sienta más satisfecho e implicado en su trabajo, con menor riesgo de enfermar física o psicológicamente, mejorando con ello el rendimiento y la calidad de su ejercicio profesional, a la vez que conseguimos que la organización mejore su calidad y producción.

Además, nosotros como trabajadores podemos autovalorar nuestro nivel de calidad de vida laboral y plantearnos qué acciones, pensamientos y actitudes nos pueden conducir a una mejor calidad de vida y satisfacción profesional, porque el primer beneficiado en este proceso es uno mismo, aunque luego esto acabe repercutiendo en nuestro trabajo y entorno.

Muchas veces el cómo vemos las cosas nos afecta de una manera u otra, ya que la perspectiva con que enfoquemos un hecho puede conducirnos al logro de objetivos y a la mejora personal y profesional o, por el contrario, acabar enfermándonos y haciéndonos sentir infelices. ¿Te atreves a cuidar tu calidad de vida laboral?