Por David Lorenzo

Acabada la conquista de Canarias, con la ocupación de Tenerife en 1496, se hacía necesario repoblar las islas. Se contaba con la población indígena, que ya vivía antes de la llegada de los conquistadores, pero era insuficiente. Es por eso por lo que se animó a establecerse en la isla. La mayoría de los recién llegados a vivir fueron hombres. Pero esto no significa que el papel de la mujer en la repoblación de Canarias no fuera existente.

Tras la conquista se hizo necesario incrementar a la población. Las batallas y posteriores epidemias (como la sufrida por los guanches en Tenerife) diezmó a los pueblos canarios. Esto llevó a que se incentivara la llegada de gente proveniente de Europa. Se realizaron muchas campañas de repoblamiento. Sobre todo se buscó animar a que súbditos de la corona castellana vinieran reduciendo impuestos, etc. Y aunque en menor medida que hombres, hubo un importante papel de la mujer en la repoblación de Canarias.

Desgraciadamente la información con la que se cuenta es escasa. La actuación de la mujer en la repoblación de Canarias apenas está reflejado en los documentos históricos. Generalmente lo que nos encontramos son casos aislados de mujeres importantes durante estos periodos, sobre todo de la aristocracia. Pero poco más. En el caso de mujeres de origen canario solo se habla de algunas que hubiesen ayudado a los conquistadores a ocupar el archipiélago.

Poca información existe. Lo que no significa que no haya algunos datos. La primera contribución de la mujer en la repoblación de Canarias aparece con la llegada de algunas de las beneficiadas por los repartimientos de tierras y aguas. Aquellos colaboradores o colaboradoras en la conquista de las islas (sobre todo de realengo) fueron obsequiados con tierras y aguas. Muchos (y muchas) se establecieron en las islas para gestionar sus bienes o enviaron a alguien para que lo hiciera. Pero esto último ponía en peligro mantener las tierras.

Las mujeres y los hombres tenían como obligación, para conservar sus propiedades, mantenerse como vecinos de las tierras que les habían sido dadas. En caso de irse a vivir a otro lugar automáticamente las perdían sin posibilidad de recuperarlas.

Muchas de estas mujeres que recibieron tierras en Canarias lo hacían junto con sus maridos. Pero existieron casos de viudas y solteras que reclamaron propiedades en su nombre tras la conquista de las islas. Muchas de las mujeres que recibieron tierras y/o aguas eran familia del primer Adelantado de Canarias, Alonso Fernández de Lugo.

Sobre todo se observa que ninguna de ellas fue marginada de ocupar unas tierras, al menos en los documentos que se conservan. La mayoría de mujeres con propiedades estaban casadas, pero también existe un importante grupo de viudas y de solteras. Incluso existieron casos de mujeres que compraron las propiedades a alguna otra persona.

Para saber más:

  • Viña Brito, Ana (1996) “La participación de la mujer en la repoblación de Canarias”. En Revista de Historia Canaria. La Laguna: Universidad de La Laguna.