Texto Verónica Martín

Imagen Ilustre Mario

La Tierra se observa desde el Espacio desde hace décadas. La Humanidad lleva desde los años 60 en una carrera espacial constante.

En esa carrera tecnológica por vernos y estudiarnos desde fuera, Canarias ha participado muy activamente y ahora da un impulso con el lanzamiento de sus primeros satélites Made in Canarias y acogiendo importantes proyectos.

Uno de los primeros acontecimientos científicos y tecnológicos más relevantes de nuestra era fue la llegada del ser humano a la Luna. En esa misión ‘Apolo XI’ de la agencia espacial estadounidense, la NASA, Canarias tuvo un papel fundamental. En la Estación Espacial de Maspalomas, en Gran Canaria, se realizó un seguimiento esencial para el éxito de la misión y se dirigió la corrección de una desviación de 0,22 grados de la nave, que garantizó el éxito del alunizaje de los que luego se convirtieron en inmortales gracias a la leyenda de ‘Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la Humanidad’.

Pero desde ese momento hasta ahora las cosas han cambiado y Canarias fabrica sus propios satélites e, incluso, importantes empresas internacionales del sector ven en Canarias un magnífico lugar para instalarse como es el caso de la empresa española Arquimea o la israelí BeetleSat, atraídas también por las ventajas fiscales de la ZEC.

Desde Tenerife, el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), a través del equipo de IACTEC-Espacio, ha liderado la creación y el lanzamiento del primer satélite propio: ALISIO-1 que orbita alrededor de la Tierra proporcionando datos para el control y el seguimiento de, entre otros aspectos, la masa forestal. El satélite fue lanzado el pasado 1 de diciembre desde California (EE UU) a bordo de un cohete de SpaceX. Para el desarrollo del satélite, el IAC ha colaborado con la empresa Open Cosmos, encargada del diseño y fabricación de la plataforma satelital. También han participado en la misión Deimos y D-Orbit, responsables de la puerta en órbita.

Este proyecto se consolida tras el éxito de las misiones DRAGO-1 y DRAGO-2, que son instrumentos para observación terrestre también diseñados en el IAC y que permiten captar información en el infrarrojo de onda corta entre 1.0 y 1.7 micras.

Pero estos proyectos no son los únicos, volviendo a Arquimea, recientemente el Cabildo de Tenerife y esa tecnológica firmaron un acuerdo para la creación de un centro de control de satélites, bajo el nombre de CanarySat, que tendrá como sede el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER). Con 300 millones de euros de inversión se pretende gestionar una flota propia de 66 satélites de telecomunicaciones y prestará servicios a otros operadores satelitales y proveedores de telecomunicaciones a nivel global.

También la iniciativa ‘Canarias Geo Innovation’, donde colabora Gobierno de Canarias y Cabildo de Fuerteventura, pretende estrenar en este 2024 la mayor plataforma de España para la operación con aeronaves no tripuladas.

La lista sigue con el proyecto Teidesat de la Universidad de La Laguna en colaboración con la Cátedra Fundación Cepsa de Innovación y Eficiencia Energética con el que, por primera vez, un equipo de estudiantes realizan todas las fases de un nanosatélite umpliendo con los estándares de calidad de la Agencia Espacial Europea (ESA). En la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria también han trabajado en el diseño del satélite Bentayga I junto al Cabildo de Gran Canaria.

Con este listado se demuestra que tenemos un pasado aeroespacial, un presente que ya sobrevuela nuestras cabezas y un futuro prometedor en proyectos de investigación, tecnológicos y económicos que se complementarían si Canarias entrara en el PERTE Aeroespacial del Ministerio de Ciencia, con el que el Estado fomenta el sector a través de fondos europeos.