Por David Lorenzo

Actualmente solo conservamos uno de los correíllos canarios que antiguamente circulaban por las islas y que recibe el nombre de “La Palma”. Estas embarcaciones eran buques cuyo objetivo era comunicar a las islas entre ellas. Sobre todo se encargaban de llevar pasajeros, pero también cargas pequeñas y correo postal (del que reciben su nombre).

En 1855 nace la empresa Vapores y Correos Interinsulares Canarios. Los primeros barcos con los que contaron eran veleros de pequeño calado y sobre todo se centraron en comunicar las dos islas centrales: Gran Canaria y Tenerife. Por lo general lo hacían con una periodicidad de entre dos y tres veces a la semana. Posteriormente y garantizada la rentabilidad, comenzaron a tener rutas con el resto de islas, pero con una periodicidad menor (generalmente una vez por semana).

La empresa Vapores y Correos Interinsulares Canarios era propiedad de la multinacional británica Elder Demspter & Co. Este grupo comercial vio desde un comienzo el potencial de las islas como lugar de escala con África. Con el tiempo también vieron negocio en la comunicación interinsular, de forma que compraron los derechos y los primeros correíllos canarios. El Estado Español no tenía fondos suficientes para sufragar los gastos de embarcaciones públicas que unieran las islas (a pesar de ser rentable).

En 1886 se compran por parte de la compañía Elder los primeros tres barcos de vapor que iban a dar servicio en Canarias. El nombre de estos tres primeros correíllos canarios fueron Formoso, Frocados y Mersey. A estas embarcaciones hay que incluir posteriormente otros tres buques más, los más populares y recordados: el Viera y Clavijo, León y Castillo y La Palma.

De los correíllos canarios estos tres últimos son los que van a revolucionar la comunicación entre las islas durante más de medio siglo. Llegan al archipiélago en torno al año 1912 y desde el comienzo se demostró que iban a ser muy importantes. Por su mayor eslora permitían llevar a 190 pasajeros, cuyos pasajes se dividían en tres clases.

Otros tres barcos fueron mandados a construir por la empresa Elder. Sin embargo estos tendrán mucho menor tamaño y capacidad (únicamente para 50 pasajeros). Los nombres que recibirán son Lanzarote, Fuerteventura y el Gomera-Hierro.

Todas estas embarcaciones solían tener capacidad para atracar en los muelles. Sin embargo, debido al mal estado de la mayoría de puertos pequeños de las islas los correíllos canarios solían fondear. Para llegar al puerto se empleaban las llamadas “caleteras”, lanchas con remos usados por los propios pasajeros” para tocar tierra.

Estas embarcaciones estuvieron en activo prácticamente 60 años. Los correíllos canarios Viera y Clavijo y León y Castillo fueron sacados del servicio antes que La Palma. El primero estuvo en activo hasta 1967 y el segundo hasta 1971. En el caso del Correíllo La Palma perduró hasta 1976.

Los correíllos canarios más pequeños comenzaron a salir del servicio marítimo en los años 60, como el Correíllo Gomera-Hierro (1965) y el Lanzarote (1967). Ya en esta época la empresa encargada de los correíllos no era Elder, sino Transmediterránea.

Fue precisamente por el relativo poco tiempo que hace que dejaron de estar en activo por lo que siguen estando en el recuerdo de mucha población canaria hoy en día. Para el recuerdo todavía queda uno de los correíllos canarios flotando. Precisamente el último que dejó de estar en activo, el Correíllo La Palma, se encuentra actualmente en rehabilitación en el puerto de Santa Cruz de Tenerife.

Se logró rescatar gracias a la labor del ex-presidente del Cabildo de Tenerife, José Segura,  quien hizo que el Correíllo La Palma fuese llevado del Puerto de la Luz y Las Palmas a ser rehabilitado en febrero de 1986. Desgraciadamente y debido a la falta de inversión pública, todavía el último de los correíllos canarios no ha sido restaurado por completo.

Para saber más:

  • Díaz Lorenzo, Juan Carlos (1980) 100 años de vapores interinsulares canarios. Santa Cruz de Tenerife: Transmediterránea
  • Varios Autores (2005) El correíllo La Palma en imágenes. Santa Cruz de Tenerife: Fundación Canaria Correíllo La Palma.