Por David Lorenzo

Aunque a veces ocurre no es muy común que grandes personalidades políticas del mundo recalen en Canarias. Pero sí que existen casos. Por ejemplo hace unos años estuvo durante unas horas el presidente boliviano Evo Morales en el aeropuerto del Reina Sofía. Aprovechó su visita para comprarse un jersey a rayas.

También estuvo en las islas el fallecido líder cubano Fidel Castro. Visitó concretamente Tenerife en junio de 1996. Vino tan de imprevisto que all recién estrenado Gobierno de Aznar le tomó por sorpresa.

Castro no había mantenido en secreto esta escala por casualidad. No hacía mucho el mismo Gobierno español había roto relaciones con Cuba. De manera que esta visita era más bien visto como una provocación del líder cubano.

Lejos de ser una visita corta estuvo varias horas por Tenerife. Fue bien recibido por algunos de los líderes de los partidos nacionalistas canarios. El por entonces presidente del Gobierno de Canarias, Manuel Hermoso, se encargó de ser el anfitrión durante la visita de Fidel Castro a la isla.

Durante el paseo Fidel Castro apoyó públicamente algunas de las exigencias que tenía el gobierno canario frente al español. Se solicitaba, sobre todo, mayor autonomía de las islas. Todavía algunas de las competencias que tenemos actualmente no habían sido delegadas al gobierno territorial.

La visita no fue muy del gusto del gobierno de Aznar. Su política abiertamente hostil al gobierno de Fidel Castro hizo que intentaran evitar, a toda costa su visita a Canarias. Como no se logró que no hiciera escala ni que su visita durara lo menos posible, la estrategia del Gobierno Nacional fue intentar, por todos los medios posibles, pasase desapercibida.

Tan poco agradaba al Ministro, Gabriel Matutes, esta visita que presionó por todos los medios al gobierno canario para que no sirviera de anfitrión a Fidel Castro. Pero no pudo ser. Lo único que consiguieron fue que no tuviera tanto impacto en los medios de comunicación como se merecía tal acontecimiento.

A pesar de las presiones Manuel Hermoso decidió hacer la visita de Fidel Castro lo más cómoda posible. El mantenía una relación cordial con el líder cubano desde hacía años, después de una visita que éste había hecho a La Habana. Tan bien arropado se sintió Hermoso en su viaje a Cuba que se vio en la obligación de recibir con la mayor hospitalidad posible a Castro en la isla. Ambos, al menos en público, mostraban una magnífica relación.

Las palabras de Castro a Canarias no pudieron ser más cordiales. En un principio empatizó con nosotros recordando las raíces canarias de su madre. También alabó la capacidad de trabajo y sacrificio de la gente de las islas, a quienes definió como “trabajadores insuperables”. Tanto dijo que le gustó la visita que se sentía un “descendiente de los guanches”.

Tras casi un día entero de estancia en Tenerife finalmente tomó un avión que le llevaba a La Habana. Recordando los lazos que unían a Cuba con las islas partió Fidel Castro sin saber si realmente iba a volver de nuevo (como él dijo).

En este viaje tanto salió beneficiado el gobierno canario de Manuel Hermoso como Castro. El primero porque tuvo el apoyo de un jefe de Estado como Fidel en exigencias autonómicas. Para el líder cubano esta visita fue positiva porque pudo provocar a uno de sus nuevos enemigos: el Gobierno de José María Aznar.

Para saber más:

  • Canales Torres, Carlos; Rey Vicente, Miguel del (2016) Fidel Castro: De luces y sombras. Madrid: EDAF
  • Mateu, Juan Carlos (2016) “La visita a Tenerife de Fidel Castro que Aznar boicoteó”. En Diario de Avisos. Enlace: https://goo.gl/T1relV