Por David Lorenzo

En 1911 se sufrió uno de los naufragios más conocidos de la historia. El mítico Titanic se había chocado contra un Iceberg y supuso la muerte de miles de personas. Pero este no fue ni el primer ni  último desastre que se vivió en altamar. Uno de los casos más terribles de la historia de la emigración canaria a América fue el hundimiento del Valbanera.

El Valbanera se trataba de un transatlántico de vapor, uno de los buques insignia de la compañía Pinillos. Era muy común que cruzara el Atlántico para llevar a población al Nuevo Mundo. Algunos iban por cuestiones de negocios, espectáculos, pero muchos iban porque se veían obligados a emigrar.

Desde su botadura el barco partía desde la Península, pasando luego por Canarias, siguiendo dirección a América. Los principales destinos eran Cuba y Puerto Rico. También habían paradas en otros puertos cercanos al Mar Caribe, así como Brasil y Argentina.

No era un transatlántico pequeño. Podía llevar hasta 1142 pasajeros y 88 tripulantes (una gran cantidad para la época). Era un barco sólido y nada podía hacer pensar que se sufriera un desastre del calibre del que se sufrió.

Apenas 8 años después del hundimiento del Titanic se produjo el hundimiento de este buque. Rápidamente se hizo famoso en todo el país. No es para menos. Los medios de comunicación rápidamente se hicieron noticia del que era el mayor desastre de la historia naval española. Ningún barco de transporte de pasajeros con bandera nacional ha sufrido en la historia más pérdidas humanas que este.

Muchos canarios habían pagado un viaje en el Valbanera. El barco atracó en 3 puertos canarios: En el de la Luz y Las Palmas, el de Santa Cruz de Tenerife y en el de Santa Cruz de La Palma. Prácticamente la mayoría de los pasajeros canarios iban al Nuevo Mundo en busca de trabajo.

Durante las tres semanas que duró la travesía por el Atlántico nadie pensó lo que iba a pasar. Cuando llegaron al Caribe se hizo escala en San Juan de Puerto Rico y en Santiago de Cuba. Afortunadamente prácticamente la mitad de los pasajeros del barco se pararon en ambos puertos. Sin embargo 488 siguieron su travesía con normalidad.

Pero el destino no estaba en favor de esas 488 personas que iban a bordo el Valbanera. Desgraciadamente camino de La Habana se encontraron con un terrible tifón tropical. Tal fue la violencia con la que zarandeó el barco que acabó naufragando en plena noche. Ni una sola persona sobrevivió.

A pesar de sus más de 12 mil toneladas el tifón acabó por desplazarlo varias millas de Cuba. Fue localizado diez días después de la tragedia por un guardacostas de la Marina de Estados Unidos en los Cayos de Florida. El anteriormente gran transatlántico no era ya más que un amasijo de hierros. No se encontraron cuerpos en su interior, por lo que posiblemente se los tragó el mar.

Este es uno de los mayores golpes a la emigración Canaria del siglo XX. Nadie puede saber lo que tuvieron que sufrir los 488 pasajeros que estuvieron durante el naufragio. Lo que sí se puede saber es el sufrimiento que supuso en sus familias a través, sobre todo de los artículos de la prensa.

Para saber más:

  • López Isa, Mario Luis (2014) Valbanera: réquiem por un naufragio. Arucas: Tepemarquía