Por Aarón Rodríguez
Fotografías por Tasio Armas
Estamos en la Isla del Meridiano. Esta ruta que proponemos de algo menos de 11 kilómetros, nos proporciona la ocasión de conocer parte de uno de los caminos tradicionales más importantes de Canarias: el Camino de la Virgen, que conecta por las cumbres herreñas la Ermita de los Reyes, en el oeste de la Isla, con la capital, Valverde, ubicada en el sector oriental. El recorrido nos permitirá ser testigos de la enorme diversidad de paisajes que ofrece El Hierro, pasando de áridos parajes costeros, de una serenidad volcánica, a las plácidas llanuras verdes y húmedas de la Meseta de Nisdafe, a través de pueblos encantadores y risueños y sendas centenarias vestidas de piedra.
Iniciamos nuestro periplo junto a las aguas del Atlántico, en la localidad de Tamaduste, uno de los lugares de veraneo preferido por los herreños y punto de inicio del sendero GR-131, cuya señalización nos servirá de guía; desde allí, tras remojarnos los pies, iniciamos el fuerte ascenso por el lomo de Gandía y el camino de Las Campanas. A medida que ganamos altitud, la perspectiva sobre el mar se amplía y la vegetación, al comienzo escasa, gana terreno poco a poco a los malpaíses.
Abrazada con frecuencia por las nieblas se encuentra la Villa de Valverde, capital de la Isla, cuyas casas se disponen entre los 500 y los 700 metros de altitud. Accedemos a la localidad por la calle Asabanos y dirigimos nuestros pasos por La Carrera, para llegar a la Plaza de la Iglesia. Es aquí a donde llega la Virgen de Los Reyes, patrona de los herreños, cada cuatro años durante la festividad conocida como La Bajada, un evento que paraliza la Isla y atrae visitantes de todos los rincones del Archipiélago.
Tras un merecido descanso, abandonamos la capital por la calle Casañas Frías, ya en el Camino de la Virgen, y continuamos nuestro ascenso hacia La Montaña, sobre la charca de La Caldereta. Bordeando las elevaciones de Piedra Ensillada alcanzamos el precioso núcleo de Tiñor, lugar que atravesamos sin dejar de subir por el centenario camino empedrado, hasta alcanzar los Altos de Atara, ya sobre los mil metros de altitud. A partir de aquí, el camino discurre, ya con escasa pendiente, entre un bucólico paisaje de pastos que recuerda a otras latitudes. Al llegar al punto conocido como Los Roques Altos, al pie de la Montaña de Entremontañas, encontramos una encrucijada en la que tomamos la senda que se dirige hacia nuestra izquierda (abandonando el sendero GR-131) al pie de la Montaña de los Helechos, que conecta con la carretera HI-10 junto al Centro de Fomento Equino de San Andrés. Continuamos por ella durante 150 metros, hasta el comienzo de la Calle de la Iglesia, que nos conduce por fin hasta la Plaza de San Andrés, donde damos término a nuestra ruta.