Por David Lorenzo

Aunque la historia no lo reconoció durante mucho tiempo, el siglo XIX fue el momento en el que se volvió a reconocer el papel destacado de este misionero. José de Anchieta nace en La Laguna en marzo de 1534. Desde joven se crió en una familia cristiana, lo que pronto va a hacer que tenga intereses por hacer una labor religiosa.

Tomó la decisión de hacer estudios religiosos cuando apenas contaba con 13 años de edad. Esto le hizo que tuviera que abandonar su ciudad natal e ir a estudiar a la Universidad de Coimbra. Durante su periodo de formación religiosa concluye que tiene que hacerse misionero jesuita. Esto marcará el resto de su vida.

Ya decidido marcha para Brasil en 1553. Finalmente va a acabar estableciéndose en la zona de Piratininga, donde fundan un pequeño poblado de indígenas amerindios. Este lugar es hoy en día conocida como Sao Paulo. Ahí aprendió la lengua propia de esta comunidad, el tupí. Conocer la lengua de estos pueblos era muy importante a la hora de comunicar “la palabra de Dios”. Sabiendo esto, Anchieta comenzará a escribir poemas en esta lengua con el fin de llegar a estas comunidades.

Su forma de tratar a los indígenas pronto lo convirtió en uno de los más populares  misioneros del Brasil. Sus compañeros hablaban de él como alguien con grandes cualidades para convencer  a los pueblos brasileños a abrazar el cristianismo. Se hizo muy famoso entre estas comunidades. A veces muchas tribus van a querer que fuera él quien los evangelice.

Muchos de sus poemas religiosos, escritos en lengua tupí, sirvieron como el mejor recurso para lograr la evangelización. El hecho de que hiciera este tipo de rimas hace que también sea considerado uno de los padres de la literatura brasileña.

Ya muy enfermo, fallece con 62 años en junio de 1597. Cuando falleció era considerado uno de los más populares misioneros jesuitas de Brasil. Su papel en la evangelización había sido clave en la zona.

Hoy la persona de José de Anchieta es recordada en ambas orillas del Atlánticos. En Canarias cuenta con varias calles, centros educativos o una figura en su ciudad natal: La Laguna. En Brasil, además de calles, la antigua ciudad de Reritiba  recibió el nombre Anchieta en su honor. También el país ha emitido monedas con su efigie.

En el año 2014 el Papa Francisco decidió finalmente canonizar al Padre Anchieta. Esto le convierte en el segundo santo canario, después del Santo hermano Pedro y el tercero de Brasil.

Para saber más:

  • Fuentes y de Valbuena, Patricio de (1982) El beato padre José de Anchieta, S.J. (1534-1597), poeta épico latino, apóstol de Brasil. León: Patricio de Fuentes y de Valbuena
  • Padrón de Espinosa, Rafael (1926-1927) “El venerable Padre Anchieta”. En Revista de Historia. La Laguna, nº 9