Por David Lorenzo

Desde comienzos del siglo XVI comienzan a marchar hacia América misioneros con el fin de evangelizar a los indígenas. La finalidad, la mayoría de las veces, era educarlos en la fe cristiana y que adquirieran hábitos propios de Europa pero manteniendo aspectos de su propia cultura.

Se garantizaba esto mediante la construcción de reservas, conocidas como misiones, donde los indígenas tenían garantizado la protección por las órdenes religiosas. En esta labor destacaron los jesuitas. La influencia que tuvo esta orden en el Nuevo Mundo solo desapareció cuando Carlos III en el siglo XVIII los expulsa de todo el imperio español.

Así desde la conquista de América la llegada de misioneros jesuitas fue constante. Canarias, como lugar de paso (casi) obligatorio para llegar al Nuevo Mundo fue una de las principales escalas de estos religiosos antes de llegar a su destino.

Los conocidos como Mártires de Tazacorte o del Brasil tampoco son una excepción. Este grupo se encontraba liderado por Ignacio de Azevedo. El grupo estaba formado por 40 jesuitas, de los cuales 32 eran portugueses y 8 españoles.

Aunque su objetivo (ya que su destino era la colonia portuguesa de Brasil) era hacer escala en Madeira, por avatares del destino se vieron obligados navegar hacia Canarias. En Madeira se enteran de que piratas hugonotes (franceses protestantes) estaban amenazando la zona. Esto les hizo ir con dirección sur hacia Canarias para de ahí seguir hacia América.

Debido a un temporal se ven obligados a parar en el puerto de Tazacorte y no en el de Santa Cruz de La Palma (el principal de la isla). Para sorpresa de Azevedo en la isla se encuentra con un viejo amigo: Don Melchor de Monteverde y Pruss. Ellos habían estudiado juntos, por lo que los jesuitas tuvieron un buen recibimiento.

Tras unos días de descanso y pensando que la amenaza pirata había terminado Azevedo y sus compañeros jesuitas partieron del puerto de Tazacorte con dirección al de Santa Cruz de La Palma con el objetivo de dejar mercancías, abastecerse y seguir dirección a Brasil. Pero la suerte no estaba de lado de los mártires. Al llegar a Puntalarga (Fuencaliente) se encontraron con la flota del pirata hugonote Jacques de Sores.

El pirata, calvinista, tenía un odio especial a los católicos. De esta forma acabó con ellos de una de las formas más crueles posible. Degolló a varios de ellos mientras que a otros los tiraron al mar. La mayoría de los misioneros jesuitas murieron ahogados.

La terrible noticia se extendió rápidamente por toda Canarias y fue considerado un escándalo. La brutal muerte de los jesuitas llevó a que rápidamente se les considerara mártires. Los pocos que sobrevivieron a la masacre y que estaban capturados por Sores fueron liberados en La Gomera.

La diócesis de Canarias,  la única en ese momento, extendió por todas las islas el martirio sufrido por los jesuitas. Además se solicitó en varias ocasiones que fueran beatificados y en Tazacorte cada 15 de julio se realizaba una festividad en recuerdo del martirio. La beatificación fue dada por Pío IX en 1854.

Pero el culto también se extiende en Brasil. En algunas iglesias se puede encontrar cuadros e incluso esculturas de los fallecidos. Para los brasileños es un ejemplo de los sacrificios que hacían algunos misioneros para evangelizar al  Nuevo Mundo.

Aunque se ha hablado de que sean canonizados hasta el momento no se ha logrado. No existe actualmente un apoyo institucional ni mediático que anime al nombramiento de estos mártires.

Para saber más:

  • Escribano Garrido, Julián (1992) Los Mártires de Tazacorte (Padre Ignacio Azevedo y compañeros). Tazacorte: Parroquia de San Miguel Arcángel
  • Leal Cruz, Pedro N. (2000) “Los mártires de Tazacorte: algunos puntos problemáticos”. En XIV Coloquio de Historia Canario-Americano. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo de Gran Canaria
  • Osswald, María Cristina; Hernández Palomo, José J. (2009) “Aspectos al culto a Ignacio de Azevedo y sus treinta y nueve compañeros mártires en 1570”. En Sevilla y América en la historia de la Compañía de Jesús: Homenaje al Padre Francisco de Borja Medina Rojas. Córdoba: Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Córdoba