Por David Lorenzo

George Smith Patton Jr. es uno de esos personajes, con sus luces y sus sombras, que cuando fallecen se convierten en leyenda. El célebre general estadounidense fue clave para que los aliados lograran importantes victorias en África y su actuación fue clave para invadir Sicilia durante la Segunda Guerra Mundial.

Nacido en una familia muy acomodada de California en 1885 se decidió por hacer la carrera militar. Quería ser soldado para seguir una tradición familiar de generaciones. Se gradúa en la prestigiosa Academia de West Point en 1909 y desde este momento comienza su brillante carrera militar.

Luchó como miembro de la Entente durante la Primera Guerra Mundial (1917-1918), formando parte de una unidad de carros de combate. Esta se trataba de una nueva máquina de guerra revolucionaria. Aunque muy poco desarrollada en la Gran Guerra, va a ser un arma clave para la Segunda Guerra Mundial.

Irá adquiriendo habilidades en el uso de los tanques en el campo de batalla durante décadas. Esto le sirvió para tener un crecimiento meteórico en la carrera militar. Cuando Estados Unidos entra en la guerra contra los nazis él fue enviado a África. Ahí tienen lugar algunas de las batallas de tanques más impresionantes de la historia (caso de la batalla de Gettara, El Alamein, etc.). Sus habilidades le permitieron derrotar a Rommel “el zorro del desierto” en el norte de África.

Pero como todos los personajes históricos tiene sus sombras. Era conocido por ser en ocasiones excesivamente impulsivo, lo que puso su vida en peligro muchas veces. Además fue condenado de insubordinación en varios momentos. Ocasionalmente no cumplía las órdenes de sus superiores. Esto era muy grave porque iba en contra de la jerarquía militar.

Sus acciones no fueron siempre muy “políticamente correctas”. Sus prontos a causa de su fuerte temperamento le hicieron vivir más de un mal trago durante la Segunda Guerra Mundial. Uno de los casos más sonados fue cuando abofeteó a un joven estadounidense y lo llamó cobarde. Después se enteró que sufría el síndrome de estrés postraumático.

También tenía fama de ser muy mal hablado. Sin embargo, a diferencia de otros generales, él si estaba formado. Se sabe que hablaba francés con fluidez y era un experto en historia de la caballería. Sus conocimientos históricos le fueron de ayuda para muchas de las batallas en las que participó. Muchos historiadores creen que su forma de hablar (continuamente usando tacos) le servía para ser más cercano a sus soldados.

A pesar de sus actos Patton logró que su superior, el futuro presidente Eishenhower, le encomendara el mando del Tercer Ejército norteamericano. Esta acción fue una muy buena decisión. Logró una rápida invasión de Europa occidental. Gracias a su rápida actuación garantizó que fracasara la contraofensiva alemana conocida como batalla de las Ardenas.

Pero las polémicas del general no habían acabado. Una vez acabada la guerra en agosto de 1945 no respetó el proceso de desnazificación. Así siguió contratando a antiguos nazis para que trabajaran con él. Además hizo comentarios muy polémicos en los medios de comunicación. Esto hizo que no tardaran en alejarlo de cualquier mando.

Pero este hecho acabó rápidamente en un segundo plano. Su muerte en un accidente de tráfico en diciembre de ese mismo año hizo que se cambiase la opinión sobre él.  Por su contribución para acabar con Hitler se convirtió en uno de los principales personajes de la Segunda Guerra Mundial y se convirtió en leyenda.

Para saber más:

  • Kadari, Yannis (2011) Patton. Editorial Perrin
  • Vázquez Garcia, Juan (2006) Patton el último guerrero. Valladolid: Quiron Ediciones