Por Beneharo Mesa

Ilustración por Capi Cabrera

María Dolores Septién (Bizkaia, 1965) es capitana de la Marina Mercante y la jefa del Centro de Coordinación de Salvamento en Tenerife. Como jefa de coordinación, ha gestionado y continúa haciéndolo diferentes emergencias marítimas, además de otras labores como supervisión de tráfico, ejercicios marítimos, etcétera. Asimismo, Septién cuenta con distintos reconocimientos como una Cruz de Oficial de la Orden del Mérito Civil 2008 y dos Cruces de Distintivo Blanco de la Orden del Mérito del Cuerpo de la Guardia Civil en los años 2007 y 2021, entre otras. Pero si hay algo que distingue a esta marina es su cercanía y amor por la mar.

¿Cómo comenzó su conexión con el mundo del mar?

Comenzó de una manera muy peculiar. Porque yo en realidad soy relativamente de tierra adentro; soy de Bizkaia, de un pueblo que no está a la orilla del mar. Por lo que no es que tuviera esa conexión de que la mar me tirase ni nada de eso. Hasta que llegó el momento de tener que decidirme por estudiar una carrera superior. Mi hermano siempre andaba tanteado la posibilidad de hacerse marino y al final resulta que la que se hizo marino fui yo. Tenía una profesora de trigonometría que su hermano era marino y ella comentaba lo importante que era tener buena base de trigonometría para luego hacer la carrera de náutica. Y al final una cosa se fue concatenando con otra y me vi matriculada en la que era antiguamente la Escuela Superior de Náutica en Portugalete y luego navegando…, y hasta aquí.

¿Cuál es el papel y las responsabilidades del Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo en Santa Cruz de Tenerife?

Salvamento Marítimo, bajo la autoridad siempre de la autoridad marítima, que es el capitán marítimo y la Dirección General de la Marina Mercante, tiene las funciones que le vienen atribuidas por ley: el salvamento marítimo, la seguridad marítima, la lucha contra la contaminación del medio marino y la gestión del tráfico marítimo. Y luego están todos los servicios complementarios que puedan venir relacionados o que puedan suponer un apoyo a otras instituciones que estén dentro del ámbito marítimo. En lo que respecta a salvamento marítimo está el auxilio de la vida humana de aquellas personas que están en la mar: embarcaciones que se quedan a la deriva y que hay que remolcar, evacuaciones médicas, objetos que se quedan en la mar porque suponen un peligro para la navegación, la lucha contra la contaminación… Generalmente se lleva un control muy exhaustivo del asunto de los hidrocarburos, vía satelital o con los medios aéreos de que dispone también Salvamento Marítimo.

¿Y cómo llevan a cabo estas labores?

Nosotros no cabe duda de que somos un centro de coordinación. Y como su propio nombre indica, nos coordinamos, al igual que lo hacen otras instituciones, con la Autoridad Portuaria, Guardia Civil, Cruz Roja, la Armada, Policía Nacional, 1-1-2…, con todas las instituciones que de alguna manera tienen relación con el mundo marítimo y que son susceptibles de ser movilizadas en un momento determinado. Por ejemplo, cuando un barco está en la mar y hay una situación de peligro y nosotros solicitamos que vayan a asistirlo, tienen la obligación de hacerlo. Muchas veces el mejor medio de respuesta es también un buque de oportunidad al que llamamos, que está en la zona y puede dar auxilio inmediato.

¿Puede contarme algunos de los recursos de los que disponen para hacer sus labores?

Partiendo del servicio de eficacia de los servicios de salvamento del mundo, en lo que respecta a Canarias, por así decirlo, los medios son compartidos entre toda la región. Contamos con diez salvamares, que son las que conocemos de intervención rápida, que van a treinta nudos y que miden veintiún metros y son muy versátiles y rápidas, las que se ven habitualmente en las noticias sobre salvamento. Contamos también con tres embarcaciones tipo guardamar que son muy versátiles porque tienen mucha más autonomía y cuentan con gran velocidad, lo que nos permite una respuesta muy rápida y alcance considerable. Todo ello teniendo en cuenta que nuestra zona ZAR, nuestra zona de actuación, alcanza hasta las quinientas diez millas al sur de El Hierro. Eso es más de mil kilómetros y por eso nuestros medios tienen que tener autonomía, para poder dar respuesta a esas distancias. Disponemos de un avión que, aparte de búsqueda y detección para salvamento de la vida humana, está equipado con sensores para poder detectar manchas de hidrocarburos. Tenemos dos helicópteros, uno en el aeropuerto Tenerife Sur y otro en el de Gran Canaria (y todo esto que te estoy comentando es con una disponibilidad de veinticuatro horas). Además de esto, tenemos convenios con Cruz Roja, pues ellos tienen embarcaciones semirrígidas de las que podemos disponer nosotros, y otras son nuestras, de Salvamento, y ellos las tripulan también. Y también dan la misma respuesta, de veinticuatro horas de disponibilidad, al igual que las embarcaciones adscritas al servicio de Salvamento.

«Contamos con muy buenos profesionales, no solo con buenas artes en su trabajo, sino con calidad humana»

¿Cómo se viven personal y profesionalmente las situaciones de rescate a quienes llegan a Canarias?

La verdad es que son situaciones extremas. Porque en este caso que me comentas, todos sabemos que las embarcaciones que vienen lo hacen en condiciones precarias y sobrecargadas. Muchas de ellas son de tipo neumática y vienen pinchadas, con vía de agua. En unas condiciones que no cumplen ninguna normativa de seguridad, apenas tienen la estabilidad mínima para mantenerse. Primero tienes la incertidumbre de la localización. Hay incertidumbre porque muchas veces te llaman por teléfono, te dicen que están en un lugar determinado, pero tampoco tienen posibilidad ni forma de darte longitud o referencia geográfica; es complicado. Y luego está el rescate, el hacer la aproximación. Esa gente viene muy nerviosa, en unas condiciones malas, ni tan siquiera pueden estirar las piernas y tienen que hacer un esfuerzo para acceder a otra embarcación. Todo ello con un estado de nerviosismo que puede provocar que vuelque por el propio principio de estabilidad. Es una situación crítica para los tripulantes y helicópteros. Una vez que ellos están a bordo es el triaje, ver cómo está esa gente, si necesitan asistencia inmediata. Hemos visto incluso cómo atendían partos. Solo de pensarlo se te pone la piel de gallina, y que las tripulaciones se encuentren en esas circunstancias. Luego tienes esa satisfacción cuando llegan a puerto tras el rescate para que sean atendidos por los distintos organismos y profesionales. No cabe duda de que se viven situaciones delicadas y tensas, pero contamos con muy buenos profesionales, no solo con buenas artes en su trabajo, sino con calidad humana.

 

Hablaba de calidad humana y a veces parece que muchos ciudadanos no la tienen cuando ven llegar esas embarcaciones, como si hubiese falta de empatía. ¿Qué piensa de eso alguien que está en primera línea?

Es falta de empatía, pero esa misma falta de empatía no se ve solo en este tipo de operaciones. Se puede ver en otras circunstancias de la vida. Lo que pasa es que hay gente que tiene una visión de este fenómeno que…, yo desde luego no lo comparto.

¿Qué es para usted el mar?

¿El mar? Madre mía…, yo creo que…, sin mar no hay nada. Nosotros decimos la mar, a los marineros nos gusta así referirnos a ella. La mar es un punto de encuentro y también de libertad.