Por Juan José Ramos Melo @JuanjoRamosMelo

No siempre todo termina tras la muerte. La madera de los árboles muertos se convierte en uno de los lugares preferidos del pico picapinos para construir sus nidos, alimentar a su prole y acompañarla en los primeros vuelos; en definitiva, para volver a dar vida. Los picapinos son aves estrechamente ligadas al bosque, indicadores de su salud y símbolo de los pinares de Canarias. A pesar de la facilidad para observarlo, es una especie de la que conocemos bien poco y que merece un lugar destacado dentro de nuestra rica y frágil biodiversidad.

El pico picapinos o pájaro peto, como se le conoce en algunas localidades de nuestras islas, pertenece al amplio grupo de los pájaros carpinteros, aves especializadas en la vida entre las ramas y tronco de los árboles. Existen pájaros carpinteros prácticamente en todos los bosques del planeta, desde las selvas tropicales amazónicas a los palmerales del Caribe, las junglas asiáticas, los bosques de montaña del Himalaya o las acacias africanas. Son aves normalmente de tamaño considerable y colores muy llamativos, con señales características que los diferencian entre ellos.

Poseen una serie de características comunes que han ido desarrollando con el paso del tiempo y todos ellos han evolucionado adaptando su anatomía a la vida en el tronco de los árboles. Tienen una especie de doble capa en su cráneo, en medio de la cual hay una sustancia amortiguante para absorber los duros golpes con los que castiga a los troncos; de no ser así, su cabeza podría quebrase al golpear la madera con el pico.

Las patas son como auténticas pinzas, con dos dedos hacia delante y dos hacia atrás para facilitarle el agarre a la superficie. Poseen una lengua extremadamente larga, para introducirla en los huecos de los troncos y capturar larvas de invertebrados, un manjar para un pájaro. Además, las plumas de la cola son muy rígidas para hacer de palanca y evitar que se tambalee mientras trepa por los árboles u otras superficies verticales.

A pesar de vivir en bosques más o menos frondosos, es muy fácil de observar: es muy confiada y suele acercase bastante a los humanos. Los tamborileos mañaneros delatan su presencia entre las ramas de los pinos, y los continuos golpes en la corteza de sus troncos para buscar alimento hacen de ella una especie muy ruidosa.

Es un ave forestal ampliamente distribuida por los bosques de Europa, norte de África y parte de Asia. Ocupa toda clase de arboledas, desde hayedos, robledales, abetales y pinares en las zonas más norteñas de su distribución hasta sabinares y alcornocales en la cuenca mediterránea. En Canarias se encuentra estrechamente ligada a los bosques de pino canario de las islas de Tenerife y Gran Canaria, en cada una de las cuales habita una subespecie diferente. La población de Gran Canaria es muy numerosa; sin embargo, en Tenerife es algo más escasa, lo que la ha hecho merecedora de su inclusión en varios catálogos de protección.

Son grandes comedores de insectos y sus larvas, aunque en ocasiones aprovechan los piñones del pino, almendras y otros frutos secos. Además, a veces pueden depredar sobre nidos de otras aves, comiendo sus pollos.

Los mejores lugares para disfrutar de su presencia son los pinares de Inagua, Ojeda, Pajonales, Tamadaba y las zonas recreativas de la cumbre de Gran Canaria; y en Tenerife, los pinares de Vilaflor, Icod de los Vinos y La Guancha, las zonas recreativas de La Caldera de La Orotava, Arenas Negras en Garachico y el campamento de La Esperanza en El Rosario.

Los incendios forestales son uno de sus peores enemigos. Cada verano, con el aumento de las temperaturas y el descuido o las malas intenciones de algunos humanos, el bosque arde y pone en peligro al pico picapinos, a los habitantes del bosque e incluso nuestro futuro, ya que los bosques son grandes captadores de humedad que luego se transforma en agua, compensan nuestras emisiones de carbono, nos aportan madera para combustible o construcción de muebles y viviendas y para fabricar papel, nos dan pinocha para el ganado y los cultivos y son magníficos espacios de ocio para nuestro disfrute.