Por David Lorenzo

Desde el siglo XV (Le Canarien) habían hablado sobre las poblaciones prehispánicas que habitaban en Canarias (las llamadas crónicas de conquista). Sin embargo no existían estudios mínimamente científicos en ellos. Por lo general los cronistas escribían sobre estos pobladores de oídas, copiándose algunas veces entre sí.

Con el nacimiento del Gabinete científico de Santa Cruz de Tenerife en 1877 se intenta estudiar tanto la ciencia natural como la historia del archipiélago. El objetivo de este gabinete se centra sobre todo en la educación. Estaba relacionado con el Establecimiento de Segunda Enseñanza de Canarias (actual instituto Cabrera Pinto).

Tanto los estudios geológicos como antropológicos que se realizan en el gabinete están centrados fundamentalmente en confirmar las teorías del darwinismo. En ese momento las ideas de Darwin seguían siendo una novedad científica y algunos todavía las ponían en duda.

Uno de los personajes más importantes del gabinete fue Juan Bethencourt Alfonso. Aunque era médico hizo una importante contribución en el estudio de la arqueología canaria. Esto lo hizo uno de los principales investigadores del siglo XIX en Canarias.

Él consideraba necesario recoger la mayor cantidad de materiales arqueológicos posibles. El objetivo era doble. En primer lugar se intentaba recuperar restos para estudiarlos y para protegerlos. Era común en el siglo XIX que los restos (sobre todo momias) fueran destruidos, principalmente por miedo y desconocimiento. En segundo lugar, también se quería poner en valor la historia de Canarias entre la población. Esto permitió a que el gabinete científico de Tenerife tuviese una importante colección. No solo de la isla, sino también de La Gomera, El Hierro, Lanzarote y Fuerteventura. Muchos de estos materiales fueron donados por Bethencourt Alfonso.

Gracias a estos estudios se comenzó a observar que no todas las costumbres prehispánicas desaparecieron. Encontramos varios casos como son el silbo gomero, el salto del pastor, etc. Esto rompía con la teoría de los cronistas, que afirmaban que se habían perdido por completo todas las tradiciones y la cultura guanche. Para Bethencourt Alfonso se veía claramente la relación entre de los pastores canarios y la población prehispánica. Así lo explica en su libro “historia del pueblo Guanche”, obra que lo convierte en el padre de la etnografía canaria.

En 1902 se logra crear el Museo Antropológico y de Historia Natural de Santa Cruz de Tenerife, mantenido por completo por los socios que forman parte del gabinete. Pero finalmente todo se trunca. La muerte de Bethencourt en 1913, así como de algunos otros socios, el Gabinete Científico irá perdiendo gran parte de sus colecciones. Además, muchos de los trabajos realizados por Behtencourt en aquel entonces no fueron publicados hasta fechas bastante recientes. Un caso destacando es el de Historia del Pueblo Guanche, que finalizó en 1912. Mientras, otra parte de la colección del Gabinete pasaría a la Institución D. Bernabé Rodríguez. Gran parte de esta colección se encuentra hoy en día en el Museo de la Naturaleza y el Hombre.

A pesar de ello el Gabinete Científico de Santa Cruz de Tenerife marcó un antes y después del estudio prehispánico en las islas. Tras su fundación en 1877 le siguen el Museo Canario (1879) y la Cosmológica (1881), instituciones que afortunadamente hoy siguen existiendo.

Para saber más:

  • Bethencourt Alfonso, Juan (1991) Historia del Pueblo Edición anotada por M. A. Fariña González. La Laguna: Francisco Lemus
  • Ramírez Sánchez, Manuel (1997) “Un acercamiento historiográfico a los orígenes de la investigación arqueológica en Canarias: Las sociedades científicas del siglo XIX”. En Mora Rodríguez, Gloria y Díaz-Andreu García, Margarita (ed.) La cristalización del pasado: génesis y desarrollo del marco institucional de la Arqueología en España. Málaga: Universidad de Málaga, CSIC