Por David Lorenzo

Temujin era un joven nacido en 1167 en las infinitas estepas de Mongolia. Su padre era jefe o Khan de una de las múltiples tribus que vivían en la zona, los kiutes. Por lo general la población la formaban pequeños grupos nómadas que cambiaban de localización junto con sus rebaños en busca de pastos que los alimentaran. Era común conflictos entre estas tribus, muchas veces para robar ganados o ocupar nuevos territorios.

Pocos pensaban que tras la subida al trono de Temujin se convirtiera en “rey de reyes”. En 1206 es elegido y coronado con el nombre de Gengis Kan (emperador universal). Es en este momento cuando comienza su leyenda. Tanto mediante alianzas como gracias a su poder militar logra unificar todas las tribus dispersas de Mongolia. Una vez conseguido esto comienza la expansión del que va a ser uno de los mayores conquistadores de la historia.

Los mongoles eran unos grandes guerreros. Aunque la mayoría del tiempo se dedicaban a la ganadería también estaban preparados para luchar en batallas. Eran popularmente conocidos por ser fieros luchadores tanto a pie como a caballo. Montados en ellos eran capaces de atacar con mucha agilidad. ¡Incluso llegaban a lanzar flechas (con el arco compuesto recurvo) mientras estaban en movimiento y sin fallar!

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También destacaban por su dureza. Algunos afirmaron que eran capaces de dormir sobre sus caballos en movimiento cuando tenían que recorrer grandes distancias. Además según la leyenda fueron quieres inventaron el steak tartar. La célebre torta de carne que se consume cruda se cree que se origina durante esta etapa. Según parece colocaban la carne debajo de las sillas de los caballos para que se fuera ablandando, quedando como carne picada. Luego la sazonaban y la consumían, extendiendo este producto por toda Asia. Esta teoría sin embargo no ha sido del todo confirmada.

La invasión a China no tarda mucho en producirse. Ya algunos pueblos del norte chino preveían que el Kan no tardaría mucho en atacarlos. Habían visto con preocupación cómo había crecido su poder y su ejército hasta niveles que jamás se hubiesen esperado. Ni la Gran Muralla China salvó a los cuatro reinos del territorio de ser completamente aplastados por el ejército mongol. Con Gengis Kan solamente se ocuparon los territorios del norte de China. Fueron sus hijos y nietos quienes terminaron con la conquista tras su repentina muerte.

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Para la sociedad de Mongolia el gran Kan sigue siendo una inspiración hoy en día. Es uno de los grandes héroes del país. Fue el iniciador de un imperio muy extenso, que aunque no duradero sirvió para unir a un pueblo. Se logró además extender su cultura y que sus gentes fueran respetados por toda Asia de forma que nunca antes se había hecho. Para recordar su memoria a lo largo del país hay varias estatuas que decoran plazas y edificios públicos.

Pero el aprecio va más allá. En el año 2000 se permitió en Mongolia ponerse el apellido que uno decidiera libremente. Se consintió esta posibilidad para recuperar los apellidos ancestrales del país, que habían sido suprimidos por los chinos tras su invasión del país entre los siglos XIV y XVIII. La mayoría de la población decidió cambiárselo por el de Borjigin, el de la familia de Gengis Kan. Esto demuestra el gran prestigio del gran Kan. Otros, sin embargo, tras profundas investigaciones volvieron a ponerse su apellido ancestral.

Para saber más:

  • Pelegero Alcaide, Borja (2010) Breve historia de Gengis kan y el pueblo mongol. Madrid: Nowtilus