Por David Lorenzo

El turismo llegó a Canarias en el siglo XIX. Sin embargo éste todavía en ese momento era muy residual. Únicamente podían viajar aquellos que tuviesen suficiente dinero en sus bolsillos y solían alojarse en hoteles de lujo. Hasta la segunda mitad del siglo XX el sector económico más importante para los canarios siguió siendo la agricultura (especialmente platanera) y la ganadería.

Debemos esperar para la llegada del modelo de turismo de masas a las islas hasta los años 60. Esta etapa es relativamente temprana para este nuevo modelo turístico y se debía principalmente al abaratamiento del coste en los viajes y a la posibilidad de llegar a lso destinos por avión. Ya no era necesario estar varios días (a veces incluso semanas) en un barco para llegar al destino.

También el turismo de masas reducía el coste del alojamiento al tener las instalaciones más número de camas que las anteriores (gracias a las innovaciones, como el uso de acero y hormigón). Al haber más hoteles y por lo tanto más competencia, los precios se reducían bastante, por lo cual era mucho más barato el alojamiento.

Fue de esta manera como se fue estableciendo el modelo de turismo de masas en Canarias. Poco a poco fue ocupando un papel cada vez más destacado en la economía de las islas. Tanto es así que en menos de dos décadas suponía uno de los principales sectores en la estructura económica del archipiélago.

La enorme fuera con la que entró el turismo en España desde los años 60 en España no tardó en extenderse por Canarias. Lugares como el Puerto de la Cruz (un emplazamiento históricamente turístico)  empezaron a enfocar su turismo hacia el sol y playa en exclusiva. Se empezaron a levantar nuevos edificios modernos en todo su litoral y a su alrededor surgieron restaurantes, tiendas de suvenires, etc.

Este crecimiento fue tal que empezó a observarse una falta de planificación urbana. Los hoteles no se construían siguiendo un orden urbano claro y eso afectó al diseño de carreteras, etc. Los municipios poco a poco fueron regulado esta situación, pero en un comienzo hubo problemas de todo tipo: de falta de luz, agua, etc. Esta “fiebre del cemento” del turismo de masas llevó también a una especulación inmobiliaria brutal.

Lentamente la población pasó de estar especializada en el sector primario a estarlo en el de servicios. Sobre todo surgen locales de ocio y restauración especializados en dar un trato preferente al turista que visitaba las islas. En un comienzo también jugaron un papel importante los apartamentos turísticos.

Fue determinante para que el Puerto de la Cruz fuese enfocada al turismo de masas que lograse la declaración de ciudad de interés turístico en 1955. Sobre todo lo logró gracias a tener décadas de trabajo y especialización en el sector turístico.

Hubo un momento en el que en el Puerto de la Cruz empezaron a llevarse a cabo obras públicas para mejorar el aspecto del municipio. Se empezaron a asfaltar algunas calles nuevas, se crearon jardines, aceras y se iluminaron las calles. Se renovaron aquellos hoteles más señeros e históricos, para darles un mejor aspecto, etc.

Sobre todo se logró el apoyo para el desarrollo de estos proyectos gracias a la inversión pública. También a las facilidades dadas por los gobiernos municipales y nacional a los promotores turísticos, que les garantizaba beneficios en el turismo de masas. Además de dinero estatal se logró también inversión extranjera sobre todo inglesa. Todavía a mediados del siglo XX había un fuerte contacto con comerciantes ingleses (Fyffes, Miller, etc.) interesados en invertir en este nuevo sector comercial.

La presencia inglesa en el Puerto de la Cruz también ayudó mucho a que se priorizara en estos años la construcción de turismo de masas en el municipio, frente a los otros del sur, más cálidos y aptos para este modelo. Pero poco tardó en urbanizarse el sur de Tenerife, dejando poco a poco al Puerto en un segundo lugar. A pesar de ello todavía hoy sigue manteniendo un peso importante en el turismo de masas en Canarias.

Para saber más:

  • González Rodríguez, José Manuel (2012) “El turismo de masas en el Puerto de la Cruz: Agentes implicados en su fase iniciática”. En Catharum: revista de Ciencias y Humanidades. Puerto de la Cruz: Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias