Por Sixto Javier Pérez
Este nuevo ‘reboot’ de La Momia dirigido por Alex Kurtzman (Así somos, Racing Dreams) es un auténtico desastre. ¡Ni si quiera me ha entretenido! Por lo general, la mayoría de películas de este estilo, a pesar de su baja calidad narrativa, suelen ser entretenidas por sus efectos visuales, pero en esta ocasión, a pesar de que dichos efectos no están nada mal, no ha conseguido atraparme lo más mínimo.
Sí, sé que comparar no está bien, pero siento decir que La Momia de 1999 supera enormemente a esta nueva entrega. En la de los 90 el reparto conseguía conectar con los espectadores, tenía un guion tan eficaz que garantizaba el entretenimiento de principio a fin. Ahora nos encontramos con una cinta cuyo guion es ridículo, incoherente y sin sorpresas.
Por otra parte, los personajes son totalmente planos, nada definidos, están tan vacíos y transmiten tan poco que ni siquiera despiertan un mínimo de interés para saber más sobre ellos. Tom Cruise nos muestra su peor interpretación. Admiro que a su edad tenga esa capacidad de realizar ciertas escenas que son bastante arriesgadas y requieren mucha capacidad física, pero está forzado y sobreactuado, incluso me ha dado la sensación que no se ha tomado enserio el papel. La otra protagonista, Annabelle Wallis (Peaky Blinders, Agente contrainteligente), no logra conectar con Cruise, no hay química entre ellos. Rusell Crowe no destaca en absoluto, pero en esta ocasión no es su culpa, sino de su personaje, que no le permite dar más.
¡Y qué decir de la Momia! Es la más rara que he visto. Estéticamente se ha alejado bastante del concepto de momia que teníamos hasta el momento, han querido renovar y modernizar su imagen y para ello han dedicado seis horas de maquillaje diarias, pero el resultado ha sido “raro”, por no decir otra cosa. La actriz que se encarga de interpretar a la Momia, Sofia Boutella (Star Trek: Más allá, Kingsman: Servicio secreto), tampoco hace gran cosa por conseguir asustarnos y hacérnoslo pasar realmente mal. Ella se centra en poner caras de enfado y con eso no es suficiente.
Los efectos especiales se salvan, como suele pasar en este tipo de producciones, gran parte del presupuesto se destina a este apartado, dejando a un lado otras cosas mucho más importantes. Curiosamente, la mayoría de las veces no sabrás lo que está pasado, por qué están corriendo los protagonistas, a que se deben las explosiones, los disparos… Todo sucede porque sí.
En definitiva, una película que destaca más por sus defectos que por sus virtudes. Ni si quiera la recomiendo para pasar el rato ya que su guion, ritmo e interpretaciones dejan mucho que desear. Por cierto, si has visto el tráiler no hace falta que veas la película. En él te lo cuentan todo.
NOTA: 1,5 de 5
LO MEJOR: Los efectos visuales
LO PEOR: Tom Cruise, guion y ritmo