Por S.J.Pérez

Chesley “Sully” Sullenberger es un piloto aéreo que en 2009 se convirtió en un héroe cuando, al poco de despegar, su avión se averió y logró realizar un aterrizaje forzoso del aparato en pleno río Hudson, en Nueva York, con 155 pasajeros a bordo.

Sully no es una obra maestra, ni es la mejor película del gran Clint Eastwood, pero sí es una buena película, entretenida, apasionante y muy bien realizada que seguramente logre captar tu atención desde el primer minuto gracias a la gran maestría narrativa del director y la espectacular interpretación de Tom Hanks.

Es cierto que Eastwood lleva una mala racha ya que ni Jersey Boys, ni El francotirador consiguieron sorprendernos como solo él sabe, pero a pesar de ello puede sentirse más que orgulloso de ser uno de los mejores directores de Hollywood pues si tuviera que poner sus películas en una balanza pesarían más los aciertos. Y ahora nos lo vuelve a demostrar con Sully.

Su estructura narrativa es espléndida, pues a pesar de que ya sabemos lo ocurrido y cómo termina la historia, el director organiza todo de tal manera que consigue mantenernos en tensión durante sus 99 minutos. La cinta pone en duda la labor del piloto en los días posteriores al incidente. Nos lleva a dudar si este tenía o no otras opciones viables. Para ello emplea un montaje de lo más acertado.

El material que ha utilizado  su guionista,Todd Komarnicki, para poder llevar a cabo el film es el libro autobiográfico de Sully (Highest Duty: My Search for What Really Matters), escrito por el protagonista de esta historia: el comandante Chesley Sullenberger. Gracias a este libro el director y el guionista pueden adentrarse en el plano psicológico del comandante de tal forma que podamos ver sus más terribles pesadillas y miedos tras el accidente.

Si hace un par de semanas criticaba negativamente a Hanks por su actuación en Inferno, ahora solo puedo decir que es merecedor de un Oscar. Maneja de forma magnífica el lenguaje técnico de la aviación y nos muestra las debilidades del personaje, con sencillez y mucho respeto. Su sorprendente caracterización como el piloto estadounidense ayuda a que nos lo creamos aún más confirmando de esta manera que es uno de los mejores actores a la hora de interpretar a personajes reales.

Aaron Eckhart es el secundario que más destaca, da vida al copiloto del avión, también muy creíble. Ambos actores forman un gran equipo, hasta el punto que sin Eckhart, Hanks no hubiera brillado de igual de manera. Ambos actores darán mucho de qué hablar en la próxima temporada de premios.

Los efectos especiales son totalmente realistas. El momento del amerizaje es espectacular, les aseguro que esta escena de tan pocos segundos de duración consigue dejarte sin aliento. Sin duda, se trata de una de las mejores escena de aviones de la historia y no solo por lo que se ve sino por la forma en la que nos la va mostrando y narrando.

Con un presupuesto de unos 54 millones de euros, el filme lleva ya superados los 163 millones de euros en la taquilla internacional, convirtiéndose en un nuevo éxito. Y no es para menos, pues la fórmula Eastwood + Hanks es éxito seguro.

En definitiva, Sully es una gran película perfectamente dirigida y magníficamente interpretada. No aburre en absoluto, pues consigue que mantengas el interés desde su inicio hasta los créditos finales (¡No se pierdan dichos créditos!). Pero es cierto que no consigue superar a otras obras del director.

Nota 4 de 5

LO MEJOR: Su ritmo ágil, su duración adecuada, montaje, amerizaje del avión y  su protagonista (Tom Hanks)

LO PEOR: No llega el nivel de otras grande películas de Clint Eastwood.