Por Paula Albericio

Lograr una piel radiante es mucho más sencillo de lo que imaginas siempre que seas constante en tu rutina de belleza, mantengas un estilo de vida sano y te hagas con los productos adecuados para tu tipo de piel además de usarlos correctamente.

A veces nos surgen dudas de los  pasos a seguir y del orden en el que es más apropiado aplicar los cosméticos, pero con estas breves pautas seguro que lo aclaramos.

  1.  Limpiar en profundidad: una limpieza profunda es crucial para mantener el cutis sano y antes de comenzar cualquier ritual de belleza, pues prepara la piel para recibir el resto de productos. Hazte con una buena limpiadora en la textura que prefieras: gel, aceite, leche, crema… También puedes ayudarte de los cepillos limpiadores que tanto se han puesto de moda.
  2. Aplicar el tónico facial: es el paso siguiente a limpiar la cara pues remueve el exceso de grasa, sella los poros y retira cualquier residuo. Elige opción de acuerdo a tu tipo de piel.
  3. No olvides el contorno de ojos: para eliminar las líneas de expresión y reafirmar el contorno de los ojos necesitas un producto específico, recuerda que la piel de esa zona es extremadamente delicada.
  4. Sérum: ha sido el boom de los últimos años en lo que a cosmética se refiere, como paso previo a la crema hidratante potencia el efecto de la misma. Luminosidad, hidratación, nutrición o todo en uno. Tú decides.
  5. Crema hidratante: Ya te hemos hablado varias veces de la importancia de hidratarse por dentro y por fuera. Elegir una buena crema que se adapte a tus necesidades y que contenga filtro solar, al menos la que uses durante el día, es fundamental para evitar el envejecimiento prematuro de la piel, la aparición de manchas y líneas de expresión y para mantener el brillo y luz de la dermis. rutina-belleza-diaria

Estos son los cinco pasos fundamentales que debes repetir a diario, por la mañana y por la noche, para presumir de piel sana y bonita. Por supuesto, no olvides los cuidados extras como la exfoliación de una a dos veces por semana, las mascarillas faciales y, si quieres y te apetece, darte algún capricho en un tratamiento de cabina. Pero lo que no puedes olvidar es que el mantenimiento de tu piel depende de ti.