Por David Lorenzo

Falange se convirtió tras la Guerra Civil en el único partido legal en España. Además de hombres en el partido tuvieron cabida las mujeres en la llamada “Sección Femenina” (SF). Dicho grupo surge en 1934 (dos años antes de la guerra) y se disuelve tras la muerte de Franco en 1975. La dirigía la hermana de José Antonio Primo de Rivera, Pilar Primo de Rivera. En este grupo se intenta presentar un perfil de mujer centrada en la esfera privada (doméstica). Estaba encargada de servir a su marido, de las labores del hogar y criar a los hijos durante el matrimonio. Además las mujeres debían ser fervientes católicas e inculcar esta educación a sus hijos.

Una vez Franco gana la guerra serán las encargadas de educar a las mujeres en los principios del nacionalcatolicismo, que rompían con el perfil más liberal de la república. Las primeras mujeres que fueron formadas en este modelo fueron aquellas con penas de prisión (por ser activistas en un partido político, etc.). Para garantizar que las demás mujeres se educaran en este modelo se debía participar en servicios sociales entre los 17 y 35 años. Otras chicas eran captadas  por el Frente de Juventudes (luego llamado Organización Juvenil Española) o bien por la Hermandad de la Ciudad y el Campo.

Además, durante la educación primaria y secundaria las chicas debían hacer actividades relacionadas con las labores domésticas (bordado, planchado, etc.).  Igualmente se publicaban revistas con la intención de seguir extendiendo las ideas del nacionalcatolicismo y falange entre las mujeres. La revista más común era Teresa (por Santa Teresa de Jesús, la patrona de la Sección Femenina). Aunque había algunas especializadas como Consigna (de carácter pedagógico y orientada a las maestras) y Bazar (orientada a las niñas).

El servicio social (el más importante dentro de la Sección Femenina) estaba orientado al voluntariado. De esta forma se ayudaba tanto a personas en situación de pobreza, como a enfermos, etc. En estos servicios debían participar tanto mujeres de las clases más humildes como las más ricas.

En Canarias realizaban estos servicios sociales en hospitales, orfanatos, leproserías, etc. Habitualmente las chicas de familias influyentes tenían la posibilidad de trabajar en los despachos como secretarias, tanto en las oficinas de la Sección Femenina como en la de los centros donde colaboraban. Las demás hacían labores más relacionadas con la atención al público (ayudar a hacer curas, gestionar el reparto de alimentos a los más necesitados, etc.).

En todas las islas eran comunes charlas y cursos con el fin de inculcarles estos principios. Se solían organizar este tipo de actividades en todas las islas. Se invitaba a las chicas más jóvenes con el fin de formarlas en los principios de la Sección Femenina. Curiosamente, a pesar de su acción en la comunidad, apenas hay información documental en canarias sobre la Sección Femenina.

Para saber más:

  • Domínguez Prats, Pilar; Iglesias Hernández, María Luisa “Trabajar en la posguerra: Las mujeres canarias de la Sección Femenina (1939-1960)”. En XVI Coloquio de historia canario-americano. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo de Gran Canaria. Enlace: http://goo.gl/5XlXJA