Por Isaac Hernández (*) Director de The Valley DBS Canarias

Hemos aceptado que vivimos en un momento de cambio, que tenemos nuevas formas de pensar, de consumir, de relacionarnos, de aprender y por supuesto de trabajar, pero ¿cómo sé en qué punto estamos en mi compañía?, ¿por dónde empezar el proceso de transformación?

Como no podría ser de otra forma, primero debemos reflexionar sobre las personas, identificando el talento digital que nos acompañará en el cambio, talento que estará ya con nosotros y debemos asegurar su desarrollo profesional o que tendremos que atraer a nuestras filas.

A continuación, debemos profundizar en la cultura, trabajando los drivers de las diferentes generaciones que nos acompañan; es la única forma de asegurarnos de que todos están “a bordo”. Pero no avanzaremos en nuestro proceso de transformación si, llegados a este punto, no hacemos una reflexión sobre los espacios: ¿contamos con los entornos adecuados y con herramientas digitales adaptadas al puesto para las posiciones que lo requieren?

Es en este momento cuando debemos asegurar que nuestras formas de trabajo y metodologías son coherentes con el futuro perseguido, de otra manera nos encontraremos con un gap entre lo que hacemos y lo que decimos. Abordar un cambio como este es un gran reto profesional; hagámoslo con ambición estratégica, definiendo claramente nuestro propósito y sobre todo poniendo a las personas y sus expectativas muy por encima de la tecnología y de las herramientas, no olvidemos que las personas hacen el cambio. Desde nuestro Programa de Alta Dirección Digital trabajamos la importancia del foco en RRHH en el empuje hacia la transformación.