Por Sixto Javier Pérez

¿Quién no ha ido alguna vez a comer a un McDonald? muy pocos lo negarán y no es para menos, pues a día de hoy cuenta con más de 36.000 establecimientos en 119 países, lo que la convierte en la mayor cadena de comida rápida del mundo.

Mucho habían tardado en hacer el biopic de esta franquicia, pero siento decir que la espera no compensa con el resultado. La historia nos traslada a los años 50 en el que un vendedor de Illinois llamado Ray Kroc conoció a los hermanos Richard y Maurice McDonald, que llevaban una hamburguesería al sur de California. Impresionado por la velocidad del sistema de cocina de su hamburguesería de San Bernardino, Kroc visualizó el potencial de la franquicia y hábilmente se fue posicionando para arrebatárselo a los hermanos y crear el hoy imperio de un billón de dólares.

El encargado de dirigir el biopic es John Lee Hancock, guionista de “Un mundo perfecto” (A perfect world, 1993) y director de las excelentes “Al encuentro de Mr. Banks” (Saving Mr. Banks, 2013) y “The Blind Side (Un sueño posible)”

Reconozco que tenía muchísimas ganas de ver esta película, principalmente por conocer cómo se creó este gran imperio y cómo poco a poco se ha convertido en uno de los lugares favoritos de reunión de familiares y amigos, consiguiendo atraer a multitud de personas a todas horas.

La historia fluye sin problemas a lo largo de la película, narrada de una forma atractiva, con buen ritmo y sin perder detalle de la creación de todo un imperio. Un imperio que hoy nos encontramos en todo el mundo, pero que en los años 40 solo estaba en California, y cuyo modelo sirvió de ejemplo para la mayoría de cadenas de comida rápidas que conocemos en la actualidad.

Pues sí, reconozco que me ha sorprendido el cómo se ha creado el imperio McDonald, pero ya está, no hay nada más que destacar en la película, exceptuando la interpretación de Keaton, ya que el resto es todo muy simple. Se podría haber sacado mucho más provecho a esta gran historia, pero se queda en el intento. Aunque a diferencia de otras biografías cinematográficas ésta consigue que entendamos la historia desde el primer minuto hasta el final.

Michael Keaton es el único que sobresale con una impecable interpretación, se come la pantalla como si de una gran hamburguesa se tratara. Él es el encargado de sostener la película en todo momento, pero sigue siendo insuficiente para lograr otorgarle el sello de “peliculón” ya que, como he dicho, se queda a medio camino pues se centra demasiado en los esfuerzo de levantar el imperio, dejando a un lado las vidas personales de sus protagonistas, y es una pena porque seguro tendrían mucho que contar. Considero que es una película para ver en casa más que en el cine.

En definitiva, El fundador no es el biopic del año, pero se deja ver gracias a la gran actuación de Michael Keaton y a un guion que consigue entretener, pero que podría haber ofrecido mucho más. Una historia que hubiera dado muchísimo más juego en forma de documental.

Nota : 2,5 de 5

LO MEJOR: historia entretenida. Michael Keaton

LO PEOR: no haberse centrado más en el ámbito personal del protagonista

Tráiler: