Fotos: Rocío Eslava
Les invitamos hoy a un recorrido extraño. La isla poblada más pequeña, la que se ha incorporado hace poco incluso al himno canario como octava, se puede visitar en pocas horas con un coche todoterreno que solo se puede alquilar en ella, pero les proponemos conocerla metro a metro, caminando, parando, degustando sus colores, sus montañas, sus paradisíacas playas, sus vistas, su mar dormido, su mar intenso, su inolvidable pueblo, el bullicio del puerto… Todo. La Graciosa es otra de esas perlas perfumadas de frasco pequeño, tan preciada que hay que alquilar un apartamento con casi un año de antelación.
Dando por hecho que se sabe llegar a Órzola, en el norte de Lanzarote, para atravesar en un barco el famoso Río –el mar en calma (aunque con tramos más vivos) que separa La Graciosa de su hermana mayor–, aconsejamos desayunar en Caleta de Sebo, antes o después de dejar el equipaje. Enseguida, y aunque podríamos optar por un 4×4 o bicicletas de alquiler, iremos tranquilos a pie hacia el sur, a las espléndidas playas de La Francesa o La Cocina o a la bahía del Salado. Lo haremos por una pista de tierra (como todas) junto a un Atlántico sereno y disfrutaremos cada metro, cada instante, con pausa y almorzando lo que llevásemos. Por la tarde, rodearemos Punta Marrajos por la montaña Amarilla, seguiremos hacia la baja del Fraile y El Caletón de Las Huertas antes de volver al pueblo atravesando la Isla por Los Morros de Las Carreras para cenar.
Al día siguiente, sugerimos llevarnos la comida para otra caminata, pero esta vez atravesando la Isla por el sendero que pasa junto a la montaña de Mojón para alcanzar el Atlántico y disfrutar de las vistas de montaña Clara, uno de los islotes del Archipiélago Chinijo. Por un sendero junto al océano, pasaremos de Caleta de Burro a la baja del Ganado antes de extasiarnos en una de las playas canarias más bellas, la de Las Conchas, de arena casi blanca. Por la tarde, seguiremos hacia el norte, hasta Los Caletones y Punta Gorda, antes de bordear la Isla hasta la Punta de Pedro Barba y Caleta de Sebo, donde, de nuevo, cenaremos. Eso sí, pescado, por favor, pescado con buen queso y vino de Lanzarote.
MÁS INFORMACIÓN: canariasviaja.com