Texto: G. R. García

Almería es mucha Almería, y además es una de las provincias bien diferentes de Andalucía. Primero, la más oriental; después, de las más áridas y desérticas, y luego, le sobran playas, pueblos y naturaleza, inolvidable todo. Con amplias áreas protegidas, en la provincia se disfruta de un gozoso Mediterráneo y de zonas de baño bien bellas y conservadas, junto con paisajes sorprendentes, muchas veces inesperados y hasta de película: ¡atención, lugar donde se filman wésterns!

Almería se merece una oportunidad, una escapada: por sus playas, sus pueblos, sus tradiciones y su sencilla y sabrosa gastronomía. También por ser un excelente destino para el descanso, la búsqueda del silencio y el disfrute tras las jaquecas de la rutina. Es una elección que no deja indiferente. Y además hasta se repite.

Situada en el sudeste de España, Almería capital y provincia comparten numerosos atractivos en doscientos kilómetros de costa mediterránea, en el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar, en sus desiertos áridos donde se filma cine del Oeste, en sus pueblos blancos que encandilan y sus antiguas fortificaciones y palacios, huellas del pasado, tanto de la época musulmana como de la posterior reconquista. Naturaleza, patrimonio histórico-artístico y tradiciones se dan la mano.

Una vez que se llega a Almería, lo habitual suele ser alquilar un coche y hacer una ruta de varios días por la provincia. Algunos lugares a los que acudir ya se enumeran aquí, pero no son los únicos. Hay mucho más y sorprendente, por diferente e inusual en este país llamado España.

A Almería se viaja mejor en primavera y otoño, en meses no estivales, lo que tiene sus bondades: sin tantas altas temperaturas, con precios no tan elevados y con menos gente en playas y otros lugares de interés.

Si el objetivo en una primera visita es hacerse una idea amplia de lo que es y ofrece Almería, se puede empezar por la capital, chica pero con hitos que no hay que perderse. Una referencia urbana, la Alcazaba, de las mejores construcciones históricas, con casi mil años de antigüedad y sabor árabe-musulmán.

Tras ese disfrute, no está mal otro: la catedral de la Encarnación, que fue construida tanto para el culto como para la defensa. Detrás de su plaza, el interesante Museo de la Guitarra, uno de los más completos dedicados a ese instrumento musical tan español.

Muy cerca de aquel edificio de culto, toca caminar hacia el Cable Inglés, también conocido como muelle del Alquife, uno de los mejores ejemplos de arquitectura de hierro. No es lo único que ofrece la ciudad, pero muy cerca de esa estructura ya se huele a playa y mar e incluso se divisa la hermosa naturaleza. Es el aviso de que toca ver el resto.

CÓMO LLEGAR [CONEXIÓN CON BINTER]

La aerolínea Binter vuela desde el aeropuerto Tenerife Norte hasta el de la capital almeriense los martes y sábados, lo que permite una escapada de fin de semana. Las conexiones se activan el martes 1 de abril de 2025.

DÓNDE ALOJARSE

Parador de Mojácar: tiene cuatro estrellas y muy buena relación calidad-precio. Se trata de un establecimiento bien considerado. Ubicado cerca de la costa, su dirección es paseo del Mediterráneo, 339. Todo un clásico.

Barceló Cabo de Gata: es un hotel de cuatro estrellas que se encuentra en el frente de playa, a las puertas del parque natural. Está a solo diez minutos en coche del aeropuerto y desde sus instalaciones se accede fácilmente al espacio protegido Cabo de Gata.

Dream Vacation at Casa Vicki: a solo diecisiete minutos a pie de la playa de Cabo de Gata y a 2,4 kilómetros de la playa Las Olas. Tiene gran aceptación entre los visitantes a la capital y la provincia. Está en el casco antiguo, en la calle Liceo,7.

QUÉ COMER

La cocina tradicional de Almería y su provincia está, como ocurre casi siempre en el país, repleta de influencias cercanas, sobre todo de las hermanas Málaga y Granada, y también de la cercana Murcia. Conviene acercarse al rico potaje de vigilia, propio del viernes de cuaresma en España, y a los gurullos con conejo, el plato más mentado por los almerienses. Pero aún hay más alegrías culinarias, como el chérigan, la sopa bullabesa, las migas de Almería, el caldo quemao, el ajo colorao o la singular olla de trigo.

NO TE PUEDES PERDER

Alcazaba de Almería: un lugar de visita preferente. Se trata de la segunda mayor fortificación árabe de la Península, por detrás de la que se conserva en Badajoz. Tiene nada menos que 1430 metros de perímetro, todo amurallado. La edificación la ordenó el califa Abderramán III y tiene dos partes, una de fábrica árabe y otra cristiana. El acceso a este recinto permite ver los patios de armas, las zonas ajardinadas, los aljibes, las torres y la casa de gobierno.

Catedral-fortaleza de la Encarnación: construcción con diseño peculiar, ejerció su papel de defensa ante la amenaza continua de los piratas berberiscos y los moriscos. Esta presencia beligerante obligó a edificarla, con la función añadida de refugiar a la población ante tales incursiones. El lugar, antes ocupado por el zoco, se ha convertido en la plaza vieja o plaza de la Constitución.

Playas de San Miguel y del Zapillo: es el acercamiento al mar Mediterráneo desde el centro urbano. Desde el Cable Inglés, se puede ir al paseo Marítimo, donde hay restaurantes y algunas tiendas. Es un agradable recorrido. La primera playa que se halla es San Miguel. Luego, a solo dos kilómetros y por la misma zona de tránsito, se llega a la otra zona de baño: playa del Zapillo.

Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar: es un espacio protegido que incluye las playas de Mónsul y Genoveses, aparte de opciones de senderismo y paisajes volcánicos inhabituales. A esta visita se puede unir la del desierto de Tabernas: el único de Europa, escenario de películas del Oeste. Luego queda Mojácar, un pueblo blanco que combina personalidad y vistas al Mediterráneo. Y no hay que olvidarse de las cuevas de Sorbas, un impresionante laberinto subterráneo de formaciones kársticas.