Por Enrique Areilza*
Ilustración por Ilustre Mario
Pitágoras decía del número siete que era el perfecto. Griegos y romanos valoran por igual este número, siempre desde una perspectiva positiva. Seamos optimistas y pensemos en 2023 como un buen año. El número siete está presente en nuestras vidas de forma apabullante. Les traigo algunos ejemplos, digamos que ordenados cronológicamente o casi. En la Antigüedad, los sietes mares, las siete maravillas, siete pecados capitales, siete chacras, los siete planetas clásicos o septenario: Sol, Luna y los cinco planetas visibles: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y saturno. Y estos que dieron nombre a los siete días de la semana: Luna/lunes, Marte/martes, Mercurio/ miércoles, Júpiter/jueves, Venus/viernes, Saturno/sábado y Sol/Sunday. Y es que nuestro sábado viene de Shabat y domingo de Dies dominicus. Riqueza de nuestro idioma versus eficacia del inglés. Otra referencia al siete es la creación en sí misma, seis días laborales y al séptimo descansó. Será digno de ver cómo los reyes de la comunicación y propaganda nos cambian esto, también, para llegar a la semana de cuatro días laborales. ¿Desaparecerá Dominicus?
En otra línea tenemos las siete notas de la escala y avanzando por las artes Los siete viajes de Simbad, Siete novias para siete hermanos, Blancanieves y los siete enanitos…
Les propongo un ejercicio mental, tipo el programa Un, dos, tres: por una chocolatina Tirma piensen en cosas, hechos, obras, que contengan al número siete. Pueden jugar con su compañero de viaje.
Pensando en siete, cómo no recordar Los siete hábitos de gente altamente efectiva, de Stephen Covey. ¿Sabían que Clinton lo recomendó a sus ciudadanos? Igualito que nosotros.
Si no lo ha leído, hágalo, veinticinco millones de personas lo han hecho. La pregunta es cuántos lo han aplicado; yo no.
Pero estamos en enero, y es época de propósitos. Lo malo de los propósitos es escribirlos. Si no lo haces te vas olvidando y no hay frustración ni flagelación, si los inmortalizas entonces habrá dolor: gimnasio, peso, fumar, leer más, aprender idiomas, querer más, ser mejor, tratar mejor, crecer… Todos los años lo mismo. Lo bueno de escribirlos es que con actualizar la fecha ya tienes.
En este año del siete, les propongo crear el club del siete. Igual que el del cinco que tanto avanza en EE. UU. (amantes de madrugar con un orden de la vida adelantado).
El club del siete tiene solo una norma, pensar a las 07:00 durante siete minutos en uno de los siete hábitos: Proactividad, El fin en mente, Prioriza, Win-Win, Entender y ser entendido, Generar sinergias, Afilar el hacha. Esta última se refiere a dedicar tiempo a uno mismo en lo físico, lo espiritual, la mente y el corazón. Pensarlo a primera hora y practicarlo constantemente.
Como en tantas otras áreas de la vida, siempre tendremos enemigos que tratarán incesantemente de sacarnos de foco, ladrones de tiempo o abusadores que pretendan manipularnos y encajarnos marrones. Para evitarlo y como regalo fundacional a nuestro club he creado un mantra defensivo, por supuesto basado en el siete, espero que les guste:
Sal, Satanás, de mi Santuario Sin Separarme de mi Sendero, Sinvergüenza.
Espero que hayan dedicado siete minutos en leer este artículo, muchas gracias y que tengan un año perfecto.
*Dream Executive Team Search.