Por Laura Pérez Yanes

Ilustración por Capi Cabrera

«Solo mujeres, ¿por qué no?». Con estas palabras, Victoria López plantó la semilla que daría lugar a la primera rondalla del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife con un coro exclusivamente femenino. Licenciada en Psicología y con formación en canto y folklore, hace apenas ocho años se lanzó, junto con otras compañeras, al mundo de la lírica con la rondalla Las Valkirias, agrupación que se alzó con el primer premio de interpretación en el certamen de 2020.

¿Cuándo comenzó su idilio con la música?

Comencé a los ocho años. A propuesta de mi madre, siempre muy activa en pro de la cultura y la protección de los jóvenes, se creó una escuela de folklore para los niños del barrio. A Sito Mesa se le haría entonces el encargo de prepararnos y fomentar la educación musical entre jóvenes. Ahí descubrieron mi talento para cantar. Según me cuenta mi familia paterna, he heredado el gen de mi siempre recordada abuela Mercedes Rodríguez, que no tuve la fortuna de conocer. Más tarde, en esta labor de fomentar la música y las tradiciones musicales de nuestra tierra, nos siguieron formando Benito Cabrera y su hermano Eusebio. Desde entonces, la música es el hilo conductor en casi todo lo que hago. 

En 2013 crea junto con otras compañeras la rondalla Las Valkirias, formada, en un primer momento, íntegramente por mujeres. ¿Por qué deciden dar ese paso? 

Como decía antes, no sé si por tener una madre con conciencia femenina y por haber tenido siempre claro que las mujeres podemos abarcar más presencia en la sociedad, o si fue por mi formación académica y porque me ha tocado vivir una época de cambios importantes en pro de la igualdad de género. Todas estas causas confluyeron con mi hilo conductor, la música, y me hicieron preguntarme por qué las mujeres de las rondallas no tenían proyectos femeninos como sí tienen nuestras compañeras murgueras desde hace ya algunas décadas. No era posible que las rondallas tuvieran solo un coro mixto o un coro masculino. Crear una rondalla exclusivamente femenina era un reto personal y un desafío al colectivo rondallero.

Solo mujeres, ¿por qué no? Cuando se lanzó esta propuesta en los medios de comunicación, recibí mucho apoyo, pero también muchas afirmaciones del tipo «te doy un año», «un coro de mujeres suena mal», «estás loca», «las rondallas toda la vida han sido de hombres o mixtas». Pero, a pesar de todo esto, encontramos muchas mujeres valientes que dieron un paso al frente y dijeron que sí. No ha sido fácil este recorrido, pero me siento muy orgullosa de estas siete ediciones del concurso de rondallas, donde Las Valkirias hemos estado presentes siempre con nuestra propuesta musical y escenográfica, que es sello de la casa. Nosotras no hemos venido a quitar nada, solo a ocupar nuestro lugar.

El grupo evoluciona y hemos integrado parejas e hijos que han querido compartir este proyecto. Al permitir hombres en la orquesta, no perdíamos nada, todo lo contrario: seríamos ejemplo de una sociedad integradora donde hombres y mujeres pueden compartir un objetivo. 

Y sí, tengo claro que el mundo está construido desde una mirada más masculina que femenina, y nosotras hemos construido Valkirias para inclinar la balanza y visibilizar la cultura en femenino. En 2014 ya había directoras que dirigían rondallas masculinas, como Miriam Luz Fumero en la Unión Artística El Cabo o Candelaria González en la rondalla Los Aceviños, pero faltaba una presencia más visible, con más mujeres, que pusiera el foco en nuestra capacidad cultural para crear proyectos de esta magnitud. 

Soy una afortunada por vivir en esta época, pues generaciones anteriores no han tenido la libertad de poder desarrollar sus habilidades como seres humanos. Todas esas mujeres (mi madre, mis abuelas, mis bisabuelas) han procurado que yo hoy pueda desarrollarme sin más drama que algunos comentarios de personas que tienen problemas para evolucionar. A todas ellas, solo puedo dar gracias infinitas. Y a mi generación le corresponde seguir trabajando y creando referentes para las generaciones venideras.

¿Y por qué eligen ese nombre? 

Me gusta mucho cuidar todos los detalles. Creo que los nombres nos definen. Un nombre es también una declaración de intenciones, y los valores por los que se rige un colectivo como el nuestro. Buscábamos uno obviamente femenino, pero con fuerza, que se alejara de los estereotipos clásicos que suelen definir a las mujeres. A Elena González se le ocurrió que Valkirias, diosas guerreras de la mitología nórdica, era el nombre perfecto. 

Tan solo unos años después, en el Carnaval del año 2020, lograron el primer premio de interpretación en el certamen de rondallas. ¿Qué sintió al escuchar el veredicto del jurado? 

Sentí que acabábamos de hacer historia en el Carnaval chicharrero. Para nosotras no fue solo ganar la edición del Carnaval 2020, sino pasar a la historia como el primer colectivo femenino que rompe un techo de cristal. Que sepamos, en la historia del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, nunca un colectivo femenino ha ganado un concurso de su modalidad. Es alegría, orgullo, emoción… Muchos sentimientos se agolpan en ese segundo. Todas hemos trabajado para que ese día se hiciera realidad. Me gustaría mencionar a nuestro director musical, Antonio Hernández, y a nuestra maestra de coro, Candelaria González, que tienen la responsabilidad artística del grupo y que son parte fundamental de este éxito.

Este año, el Carnaval chicharrero se celebrará de manera virtual debido a la pandemia de coronavirus. ¿Participarán en alguno de los eventos programados? 

Si, desde el Organismo Autónomo de Fiestas y Actividades Recreativas se quiere dejar viva la llama del Carnaval, incluso en la excepcionalidad histórica que estamos viviendo. Siempre que dichas circunstancias nos dejen, participaremos junto con el resto de rondallas hermanas para dejar constancia de que nosotras, las rondallas, hacemos peculiar este Carnaval chicharrero. La propuesta que se hace creo que es muy interesante y es un tiempo bien aprovechado para educar y seguir difundiendo quiénes son las rondallas de Santa Cruz de Tenerife.

Como rondalla, además, han creado otro proyecto que se aleja bastante de la visión tradicional de estas agrupaciones: Valkirias de cine. ¿Cómo surgió la idea? 

Efectivamente, en diciembre de 2019 presentamos nuestro primer disco, titulado Valkirias de cine, una idea aportada por Antonio Hernández, nuestro director musical. En él realizamos un recorrido a través de las bandas sonoras de maravillosas películas que han marcado a diferentes generaciones. Desde Candilejas, del maestro y referente por excelencia Charles Chaplin, hasta Piratas del Caribe, de Hans Zimmer, o Shrek, con el famoso Hallelujah de Leonard Cohen. Y, por supuesto, Ennio Morricone y sus wésterns, o Star Wars, de John Williams, entre muchas más. Con esto queremos transmitir que una formación como la nuestra tiene una capacidad interpretativa infinita. Y si lo piensas bien, solo con tres instrumentos (laúd, bandurria y guitarra) somos capaces de hacer música que realiza una orquesta sinfónica con más de 80 instrumentos. ¡Creo que eso es hacer magia! Pensar que las rondallas están encasilladas solo en repertorio clásico y lírico es un error que tenemos el gran trabajo de corregir.

Con todo esto, ¿qué cree que aporta Las Valkirias, no solo al Carnaval, también a las rondallas? 

Perspectiva, visibilidad, cultura en femenino, crear referentes para otras mujeres emprendedoras con grandes ideas, y un mensaje claro: las mujeres tenemos la obligación de seguir siendo valientes para que las generaciones futuras encuentren realmente una sociedad igualitaria donde el género no sea una barrera para desarrollarte como persona.

¿Qué esperan Las Valkirias de este 2021? ¿Tienen algún proyecto entre manos? 

Sin duda, creo que este 2021 aún será un año de transición hacia la nueva normalidad. Con el paso de los meses y con la esperanza puesta en la vacuna iremos viendo si las nuevas restricciones y limitaciones para las reuniones de muchas personas nos permiten desarrollar nuestra actividad. Somos un colectivo numeroso, casi 50 personas, y a día de hoy cuesta pensar que podamos reunirnos para ensayar todas juntas. Cierto es que nuestra naturaleza nos permite ensayar por secciones, orquesta de pulso y púa puede trabajar de forma independiente del coro. Pero se hace muy necesario conjuntar ambas, que es el resultado que se ve en el escenario. Sin ese trabajo, se hace difícil actualmente. ¿Proyectos entre manos? Por supuesto, queremos volver a realizar nuestro espectáculo Valkirias de cine, que nos han solicitado varios municipios, y ya estamos preparando otro espectáculo que esperamos estrenar desde que la situación nos lo permita. Nos gusta hacer música y ese es el fin de este colectivo.