Por Cristina Torres Luzón. Ilustración por Ilustre Mario
EHealth es la tecnología de la información y la comunicación aplicada al campo de la medicina. Probablemente, entre las apps que tenemos en nuestros dispositivos móviles existan algunas sobre salud. Sin embargo, no nos hemos parado a pensar si estas son fiables y seguras. Informarse bien ayuda a sacar el máximo rendimiento y evita costes colaterales.
Este año, como consecuencia del estado de alarma y del efecto de la pandemia del covid-19, nos hemos visto más sumergidos que nunca en el universo de Internet. En 2018 y 2019 las aplicaciones más descargadas fueron redes sociales como Facebook e Instagram. En cambio, en 2020 fueron las destinadas a supermercados, restauración, tiendas de ropa, bancos y servicios de salud.
Una de las áreas que primeramente se vieron forzadas fue la sanitaria, en especial la atención primaria. La telemedicina, las citas telefónicas y el uso de aplicaciones y herramientas digitales se instauraron como un nuevo canal de comunicación.
En sanidad ya existían proyectos liderados por la tecnología como programas de realidad virtual para tratar diferentes problemas de salud, telerrehabilitación, apps específicas de seguimiento de patologías… Proyectos aislados, porque la realidad es que gran parte de la población desconocía el mundo eHealth, además de la alta tasa de analfabetización digital española.
No ha sido fácil ni lo está siendo. No estábamos acostumbrados a usar estas herramientas en el terreno sanitario, tanto los profesionales como los usuarios, lo que ha ocasionado errores, retrasos, reticencias… A pesar de ello, somos conscientes de que es una realidad que ha llegado para quedarse. Los organismos públicos deben impulsar la alfabetización digital tanto de usuarios como de profesionales y fomentar estos nuevos canales con mejores recursos.
Uno de los puntos más controvertidos sobre eHealth fue cuando se apostó por la app Radar Covid, con La Gomera como territorio pionero para ponerla en marcha. La controversia radicó en el uso de nuestros datos personales. Hasta ese momento, era más que habitual la descarga de diferentes apps como son las destinadas a fitness, seguimiento de embarazo o selección de alimentos saludables sin plantearnos qué permisos dábamos al hacerlo.
Y es que la realidad es que son muy pocas las personas que antes de hacer dichas descargas se paran a evaluar su fiabilidad, validez y seguridad. ¿Cuáles son los criterios que nos hacen elegir las apps que utilizamos? ¿Sabemos qué uso se hace de nuestros datos cuando damos permisos en el proceso de instalación? Son cuestiones relevantes que toca pararse a valorar.
Debemos aprender a usar y buscar apps de calidad. En primer lugar, contamos con una escala sencilla llamada MARS que nos ayuda a evaluar si la app es fiable y válida. Además, existen directorios de apps, previamente evaluadas, como son la NSH App Library y la creada por la Fundación iSYS (esta última tiene dos colecciones, una destinada a usuarios y otra para profesionales). Otras colecciones son las aportadas por myHealthApps, ORCHA y VicHealtht.
Si nos centramos más en España, vemos como las compañías privadas también se han subido a este tren y han impulsado nuevos servicios en este campo. Los portales para acceder a consultas médicas online se han disparado, así como el número de usuarios que accede a ellos.
En referencia a la sanidad pública vemos como diferentes comunidades apuestan cada vez más por esta línea de trabajo. En Andalucía tienen las Apps Saludables asociadas a su web Clicsalud+ y en Cataluña las AppSalut. En Canarias contamos con miSCS, donde tenemos diferentes apps para hacer uso de los servicios digitales de salud como son gestiones médicas, resultados de salud, pedir citas, traductor…
Seguimos estando en pañales en cuanto al mundo eHealth, pero ahora sabemos que cada paso debe ser bajo las premisas de la seguridad y la protección de datos. ¿Caminarás seguro?