Por María Pérez

Junto con el turrón y los adornos, en las Navidades de este año también serán protagonistas las mascarillas y los geles hidroalcohólicos. Seguiremos cantando villancicos, pero a metro y medio de distancia unos de otros o, incluso, a través de una pantalla. El coronavirus ha dado un vuelco a nuestras rutinas y rituales y, naturalmente, también cambiará los modos de celebrar la Navidad.

La pandemia de coronavirus ha puesto patas arriba nuestra vida. Hemos cambiado la forma de relacionarnos, de trabajar y hasta el modo en que realizamos acciones cotidianas, como ir al supermercado o hacer deporte. Hace tan solo un año nos preparábamos para unas Navidades de reuniones familiares, conciertos y cabalgatas. Ahora, señala Amós García Rojas, jefe de Epidemiología del Gobierno de Canarias, «debemos ser conscientes de que la Navidad será diferente».

Sin embargo, eso «no significa que tengamos que pasar unas Navidades desagradables»: se puede mantener «el espíritu que suelen tener estas fiestas», declara García. No obstante, hay que hacerlo «sin bajar la guardia» porque «el microorganismo no entiende de lazos familiares ni de amistades».

¿Cómo celebrar, entonces, estas Navidades tan atípicas? En las siguientes líneas dejamos algunos consejos para disfrutarlas de forma segura.

Siempre con mascarilla

Cuando nos reunamos con la familia o los amigos, debemos portar siempre la mascarilla, ya que en interiores y con personas no convivientes el riesgo de contagio es mayor. Claro que, como es lógico, podremos quitárnosla para comer y beber.

Lavarse las manos

Abrimos puertas, tocamos sillas, nos apoyamos en la mesa. Todas esas acciones entrañan su riesgo si no hay una buena higiene de manos. Con algo tan sencillo como lavárnoslas frecuentemente con agua y jabón podremos protegernos a nosotros y a los demás, apunta el epidemiólogo.

El plato no se comparte

Llega la hora de los entrantes y colocamos algunos platos para picar. Es una escena típica no solo en Navidad, también en otras celebraciones y encuentros. Este año, sin embargo, es mejor servir cada entrante en platos individuales. De esa forma, nos aseguramos de que nuestros cubiertos –o nuestras manos– solo viajan de nuestro plato a nuestra boca.

Buena ventilación

Otra de las recomendaciones del jefe de Epidemiología del Gobierno canario es mantener la vivienda o el lugar de reunión bien ventilado. Si celebras estas Navidades con personas con las que no convives, recuerda abrir bien las ventanas para renovar el aire. Y no olvides tener cerca el abrigo, que en diciembre ya refresca.

Villancicos a distancia

Cuando llegue el momento de sacar la pandereta y ponerse a cantar, la mascarilla y la distancia volverán a ser nuestras aliadas. A no ser que haya cantantes profesionales en la familia, nuestros oídos también lo agradecerán.

Videollamadas

Aunque en estas celebraciones se suele llamar la atención a quien pasa las comidas pegado a una pantalla, desde que el coronavirus llegó a nuestras vidas la tecnología se ha convertido en una herramienta muy útil para mantenernos juntos en la distancia. Este año, en el que lo ideal es reunirse solo entre convivientes o en grupos de entre seis y diez personas como máximo–, las videollamadas pueden ser un instrumento perfecto para comunicarnos.

¿Y qué pasa con los Reyes Magos?

La tradicional cabalgata de Reyes no recorrerá este año muchas de las calles por las que acostumbra a pasar, pero eso no significa que sus majestades de Oriente no vayan a poder visitarnos. Las autoridades de diferentes municipios ya han adelantado que se les darán las llaves para que puedan entrar en todas las casas. Eso sí, la víspera de su llegada los más pequeños no pueden olvidar dejar en la entrada un bote de gel hidroalcohólico junto al turrón.

En definitiva, con prudencia y sencillos gestos todos podemos ayudar a que estas Navidades sean mejores.