Por Enrique Areilza*

Ilustración por Ilustre Mario

Hay tres cosas recurrentes todos los años por encima de todo: la operación bikini en primavera, la vuelta al cole en otoño y las promesas y objetivos en Navidad. Fíjate que es un dos a uno. Las dos primeras son para sufrir y la tercera para redimirse y volver a empezar, eso sí, con ilusión, que es como hay que empezar siempre.

Pensaba hablar de los retos y lo cierto es que pocos hay tan universales como la OB. La voy a denominar así porque, la verdad sea dicha, el término es supermachista. También podemos denominarla OCCD, operación cuerpo casi desnudo.

No quería hablar de esto, es decir, del machismo o del feminismo. Es muy importante, pero muy cansino, y oportunista en ocasiones. Hasta la coronilla ya de los vascos y las vascas, eso del “el-la-los-las”, que digo yo. Vamos a perder competitividad en el lenguaje frente a los anglosajones, que no hacen sino reducirlo, simplificarlo y economizarlo.

Al lío. La OB (ahora OCCD) es consecuencia de dejarse ir durante el invierno, o sea, de engordar como resultado de un saldo negativo entre la ingesta de productos varios y la combustión de estos. No sé si sabes el chiste del que pregunta si la-lo ve más gorda-o y la respuesta es que tiene retención de líquidos. El-la otro-a replica que será retención de líquidos, de croquetas, de chorizo…

De esto quería hablar, no de la retención ni del engorde, sino de cómo conseguir mantener los buenos hábitos. Esto, ya lo sabes por experiencia, es prácticamente imposible. La demostración es muy sencilla: si fuese fácil, no existirían coaches, entrenadores personales, webs, apps, etc, etc.

Hace poco, leí sobre una empresa americana que ha hecho algo increíble. Atento-a al asunto. Te inscribes en una web que te ayuda a adelgazar y a hacer ejercicio. Cuando cumples con tus retos te pagan dinero por ello. La bomba, ¿eh? Pues eso no es nada. Si no cumples, eres tú quien paga a la empresa entre cinco y 50 dólares a modo de multa por incumplir. Eso sí que es motivación y lo demás, tonterías. Aquí te dejo el nombre por si te sientes tentado-a: GymPact.

Muy bien, ya tienes un aliciente virtual, por si no has cumplido tu OB/OCCD y no te ves bien en el espejo, y aun así no eres capaz de mantenerte a raya con la dieta y/o ejercicio.

Claro que hay otras formas, pero, como decíamos antes, funcionan mal o no funcionan en absoluto. Casi todos los modelos se basan en el binomio motivación + fuerza de voluntad. Ese binomio se debilita acorde a la duración del proyecto. Buenas noticias, o mejor, esperanzadoras noticias: quizás en otoño podamos darte alguna pista, ya que ahora mismo se está lanzando uno de los mayores estudios de la historia al respecto.

Un grupo de 45 científicos de distintas disciplinas han montado un experimento mediante el cual compararán el hábito de ir al gimnasio de forma permanente, entre 200 000 personas. Van a probar 57 métodos distintos para intentar conseguir ese hábito en los participantes. La iniciativa se llama setupprogram y estaremos atentos a su resultado.

Quizás el próximo verano no tengamos que hablar de la OB/OCCD, ojalá fuese así. Y, sin embargo, estamos en verano: relájate, estás fenomenal, y si no, aprende a mirarte bien.