Por Esther Mendoza

Fotografías por Miriam Moreno

Ya ha hecho sus pinitos como actriz con Belén Rueda, una de nuestras actrices más cotizada y sin duda, para esta herreña ha sido una excelente y maravillosa manera de pisar los primeros peldaños de la interpretación. Águeda Lima afirma que se levanta cada día con un sueño al que le pone puentes cada vez que tiene una oportunidad y según sus propias palabras, su mejor faceta es la de ser madre.

El Hierro es para ella, un lugar en el mundo donde vivir y descubrir el verdadero concepto de la felicidad a través de los pequeños detalles, sin embargo, atravesaría océanos por lograr interpretar su mejor papel. Abordamos diciembre felicitándola por sus logros, además de por su cumpleaños que precisamente celebra este mes.

¿Cómo se presentaría Águeda Lima?

Como una persona sencilla, llena de vida y muy luchadora. Mi camino se ha forjado con mucho esfuerzo sin olvidar ser optimista, un registro que me ayuda a lograr mis objetivos.

Mi pasión es sin duda alguna la interpretación. La sensación que experimento a través de meterme en la piel de un personaje me da libertad para transmitir todas esas emociones que el espectador experimentaría en su día a día, como son la tristeza y la alegría.

Y, ¿cómo surgieron esos primeros pasos en la interpretación?

Fue la casualidad. Un día apareció en mi vida Jesús Walo, un gran director y dramaturgo que creyó en mí casi desde el primer momento. Me ha enseñado prácticamente todo lo que sé además de trasmitirme lo fascinante y mágico que es el teatro. Ahora siento que sería incapaz de renunciar a subirme a un escenario. Me emociono con cada personaje y lo vivo de manera muy intensa, no podría dejar de sentir algo así.

¿Recuerdas tu primer papel?

¡Sí! fue de pollito en el cole con apenas cuatro años, aunque creo que en realidad tu pregunta no va en esa dirección… (Se ríe). La primera vez que me subí a un escenario fue interpretando un drama sobre la vida de nuestros antepasados y no dije ni una sola palabra, solo actué con la mirada y mi presencia. A pesar de sentir unos nervios desmesurados y plantearme qué hacía allí ante tanta gente, descubrí que aquello era lo que yo quería hacer en la vida.

Y ¿cómo ha sido rodar con una actriz como Belén Rueda?

El trabajo que estamos realizando con ella parte del cortometraje 30 monedas de plata, del escritor y director César Morales, quien me ha dado la posibilidad de formar parte de este interesante film policiaco que se rodará en los meses de enero y febrero en Gran Canaria. Parte de la grabación del tráiler ya se ha realizado en Barcelona y mi experiencia ha sido muy emocionante, puesto que tener la posibilidad de grabar con una actriz nacional de ese nivel te aporta muchas cosas. Desde el simple hecho de conocer su parte más humilde y humana como compañera de rodaje, hasta aprender de sus conocimientos a nivel profesional… Su capacidad para trasmitir y convencer al espectador es brutal y eso me dio confianza a la hora de grabar con ella, porque me sentí parte de la escena con mucha comodidad. Trabajar con ella y el resto de compañeros en el resto del rodaje será un gran placer y privilegio para mí.

Pero supongo que para ti no todo es la actuación ¿verdad?, ¿qué otras facetas desempeñas en tu día a día?

Tengo tantas ganas de hacer cosas que a veces pienso que tengo que frenar un poco, soy tremendamente activa. Me gusta el deporte y el baile, además de la lectura y el cine ¡por supuesto! Pero mi faceta más importante y plena es la de ser madre de dos maravillosas mujeres que son el gran amor de mi vida, ellas me apoyan y animan en cada paso que doy.

Si tuvieras que nombrar un referente en el mundo de la actuación, ¿qué nombre te viene a la cabeza?

Siempre me ha gustado Morgan Freeman, un gran actor como referente. Y a nivel nacional, Nacho Novo, me parece un actor con una trayectoria profesional muy interesante.

¿Qué cambiarías de tu vida si fuera necesario por interpretar?

Vivo en una isla casi mágica y con mucho encanto en la que me siento muy feliz, pero si llegara el momento de cambiar de lugar de residencia por perseguir uno de mis grandes sueños, no dudaría. Nuestros orígenes siempre nos acompañan, no te abandonan. Siempre tendría la opción de volver a casa y sentir que nada ha cambiado, excepto la osadía y experiencia de seguir ese sueño…

Si tuvieras que dar un consejo a aquellos que se inician en el mundo de la actuación, ¿qué les dirías?

Creo que lo importante, al menos para mí lo ha sido, es el hecho de creer en lo que haces. Y ser feliz. Hay que disfrutar de las pequeñas cosas que nos ofrece la vida cada día, sacar el lado positivo de todo cuanto nos ocurre. En esas pequeñas cosas es donde realmente radica la verdadera felicidad.